El fatal accidente ocurrido este jueves en la autopista Panamericana dejó tres víctimas fatales. Entre ellas, una pareja oriunda de Cayastá que viajaba hacia Buenos Aires con un camión cargado de zanahorias.
El choque fatal ocurrido este jueves sobre la autopista Panamericana continúa generando conmoción en todo el país. Entre las tres víctimas fatales, se confirmó que dos eran oriundas de la localidad santafesina de Cayastá. Se trataba de una pareja de transportistas que viajaba hacia Buenos Aires con un camión cargado de zanahorias.
De acuerdo con los primeros informes policiales, el siniestro se produjo cuando otro camión habría reventado un neumático, lo que provocó que su conductor perdiera el control del vehículo, se cruzara de carril y embistiera de frente a los transportistas santafesinos. La violencia del impacto fue tal que ambos murieron en el acto.
El accidente se registró a primera hora de la tarde, y los cuerpos fueron identificados horas después por las autoridades intervinientes. La noticia impactó de lleno en la comunidad agrícola del norte santafesino.
Las víctimas: trabajadores del transporte y la cosecha
El presidente comunal de Cayastá, Edgardo Berli, confirmó la identidad de las víctimas y expresó el profundo dolor que atraviesa la localidad. Se trataba de María Alfonso y José Escobedo, quienes eran muy conocidos en la zona por su trabajo vinculado a la cosecha y transporte de zanahorias, una de las actividades típicas del distrito en esta época del año.
“Estamos todos muy golpeados, nos conocemos entre todos. Eran personas muy queridas, trabajadores del transporte. Es una tragedia enorme”, afirmó Berli en diálogo con LT10.
Según relató, el hombre tenía alrededor de 45 años y la mujer unos 40. Ambos formaban parte de una red de pequeños productores y transportistas que cada temporada abastecen el mercado nacional con productos hortícolas de la región.
“Fue imposible de evitar”
El dirigente comunal, visiblemente afectado, recordó su propia experiencia como camionero y reflexionó sobre los riesgos de la ruta. “Yo fui muchos años camionero, y sé los riesgos que se corren. Lo que pasó fue imposible de evitar: un camión se cruza de mano, no hay reacción posible”, señaló Berli.
El siniestro, que tuvo repercusión nacional por la magnitud del impacto, dejó escenas de enorme dramatismo en el lugar del choque. Efectivos policiales y bomberos trabajaron durante horas para liberar la calzada y retirar los vehículos siniestrados.
Mientras tanto, la comunidad de Cayastá y localidades vecinas como Santa Rosa permanecen consternadas a la espera del arribo de los restos de las víctimas para su despedida final.
