Un hombre de 97 años relató a <b>Elonce TV</b> que, si bien sufrió inundaciones en los últimos años, la actual es la de mayor dimensión. Testigos recuerdan la inundación de 2009 como otra de las importantes.
Miles de familias de Concordia atraviesan una crítica situación por la creciente del río Uruguay. La mayoría se encuentran evacuados en diferentes escuelas e instituciones, perdieron sus pertenencias, casas y comercios, mientras que otros están a la expectativa, atentos a una posible crecida por nuevas lluvias.
Exequiel Schoenfeld tiene 25 años y hace 22 vive en barrio Puerto. El agua llegó con gran fuerza a la zona el 22 de diciembre y debieron irse de su vivienda. "Empezó a crecer cada vez más rápido el río, tuvimos tiempo de sacar algunas cosas, a otras no las pudimos salvar, es una situación incómoda. Vivimos tres familias, porque en el terreno de mis padres mi hermano construyó la casa y yo vivo en el entrepiso. Es lo que nos toca y no tenemos otro lugar a donde ir", contó a <b>Elonce TV</b> mientras remaba en una canoa, recorriendo la ciudad, en medio de un panorama triste y desolador.
Pero esta no es la primera inundación que sufrió el joven. En 2009 vivió una situación similar, aunque remarcó que esta vez "el agua llegó más rápido, con más velocidad y fuerza". Inmediatamente dejaron la vivienda y se trasladaron a la casa de su hermano, a quien la inundación no le afectó.
El barrio, en su mayoría, cuenta con familias compuestas por personas mayores de edad, lo que complica el traslado y evacuación. "La ventaja es que somos muchos hombres y podemos ayudar, pero quedaron muchos autos adentro, todo fue muy rápido, no se tuvo mucho tiempo. Me crié en este lugar y colaboramos con los vecinos, estamos unidos y hay mucha solidaridad. La fuerza se ocupó y preocupó por la seguridad de todos, es algo que agradecemos. En mi casa el agua está dos metros adentro y no sabemos cuándo vamos a volver porque nadie nos da un dato exacto, son probabilidades", relató a <b>Elonce TV</b>.
En los últimos días recorrieron la ciudad en la canoa y la preocupación aumenta. El agua no sube, pero tampoco baja. Los hogares ya están deteriorados y se pueden observar diversidad de desechos, camalotes y otros objetos flotando. El panorama es desalentador.
"En esta zona hay cerca de 50 familias. También rescatamos animales. Los sacamos e intentamos que estén lo mejor posible, pero están asustados porque se les destruyó su hogar. Es todo muy crítico, hay casas a las que solo se les ve el techo y en este barrio el agua viene de atrás y, por lo tanto, más rápido", dijo Exequiel.
<h5>Comercios bajo agua, vendedores preocupados por la recuperación de los locales</h5>
José Marío Dobal es dueño de Costanera Concordia. El verano es la época del año en donde incrementa su trabajo, pero el agua tapó su comercio. "La situación es grave, el río llegó a un nivel muy alto que no esperábamos, porque nadie nos dio un informe diciendo que podría ocurrir esto. A la naturaleza es imposible controlarla y la estamos pasando muy mal. Se nos arruinó todo, prácticamente tenemos la temporada perdida, estamos arruinados y tenemos empleados a los que pagarles el sueldo", contó a <b>Elonce TV</b>.
El hombre estima que las pérdidas en su local superan los 100 mil pesos y espera recibir algún tipo de ayuda económica, ya que de lo contrario asegura que "quizás no podremos recuperar nada y, si es así, este lugar quedará abandonado, serán ruinas". Además, agregó que "llevará mucho tiempo que el río baje, volver, reparar si se puede. No es fácil, tenemos que pagar sueldos, recuperar mercadería, lo material y más aún con una temporada perdida, porque en ese tiempo no sé si podremos trabajar".
Reside en Concordia desde 1997 y no recuerda haber sufrido otra inundación como la actual. "No es la primera vez que pasa, tenemos riesgos, lamentablemente es así. Hay gente que vive en la zona, nosotros solo trabajamos aquí, realmente nos lamentamos por los vecinos", manifestó.
<h5>Inundaciones, un panorama que se repite cada tanto </h5>
Otro de los afectados relató a <b>Elonce TV</b> que el agua llegó a su vivienda el 23 de diciembre a las 3.00. Debió autoevacuarse en la escuela Etcheverría, lugar en el que asegura que "estamos muy bien, pero es difícil".
"En mi casa tengo el agua a dos metros. Tuve que irme porque el agua llegaba y en dos horas nos fuimos cuatro familias, en las que hay niños muy pequeños. Sacamos muchas cosas pero otras perdimos. Los dormitorios quedaron bajo el agua, muchos los dejamos arriba pero también los arruinó", señaló a nuestro medio.
Recordó que en 2009 vivió una inundación similar y explicó que "estamos resignados, volveremos a limpiar, regresar a nuestra casa nuevamente. Hay que hacerse fuerte y seguir para adelante".
<h5>La inundación actual, similar a la ocurrida en 1959</h5>
Pedro Pablo Urquillo tiene 97 años y, hasta el momento, es uno de los pocos afortunados. A su casa no llegó el agua, pero se mantiene expectante porque el pronóstico anuncia lluvias.
"Hasta ahora estamos tranquilos porque el agua no aumenta, pero creo que no nos vamos a escapar porque llueve en el norte. Es una situación muy crítica, desesperante y más aún para mí porque con los años que tengo arriba no me puedo movilizar", dijo entre lágrimas a <b>Elonce TV</b>.
Le tocó sufrir una inundación de estas características en 1959, momento en el que era dueño de un comercio y se le inundó. "A varios vecinos se les inundó todo y se tuvieron que ir. Nosotros hoy estamos esperando, pero me mantiene tranquilo saber que Defensa está cuidando y si sube el río nos van a avisar", expresó. <i>Elonce.com</i>
