Alicia Villarroel formó parte de la competencia de ciclismo en Córdoba, pero la hizo acompañada de su nieto, Benicio, de tan solo seis años. Una historia entrerriana que conmueve al deporte.
Como cada año, miles de ciclistas de todo el país participaron del Desafío Río Pinto, una de las competencias de ciclismo más extensas e importantes de América, que se desarrolla entre La Cumbre y el Valle de Río Pinto, en la provincia de Córdoba. En esta edición, Crespo tuvo una representante destacada: Alicia Villarroel, quien por primera vez logró completar el exigente recorrido de 86 kilómetros junto a su nieto Benicio, de seis años, dando así lugar a una conmovedora historia entrerriana.
La crespense, de 61 años, compitió en la categoría D1 (de 60 a 65 años) y logró finalizar la carrera en un tiempo de 6 horas y 14 minutos, posicionándose en el puesto 16 entre 32 competidoras. “Estoy re feliz de haberlo logrado”, expresó con emoción en diálogo con FM Estación Plus Crespo.
Meses de preparación y una meta cumplida
Villarroel comenzó a entrenarse a fines de 2023, cuando tomó la decisión de enfrentar este desafío. “En diciembre decidí participar, y desde ahí empecé con los entrenamientos. Todos los sábados salía a pedalear durante seis horas por caminos rurales, tanto en Crespo como en Diamante, donde aproveché para entrenar en terrenos con trepadas”, relató.
La carrera presenta condiciones complejas: los primeros 30 kilómetros están marcados por curvas y bajadas peligrosas, sobre todo con lluvia. “A la hora de la largada estaba lloviendo”, recordó. A este tramo le siguen 12 kilómetros de constante ascenso y luego una mezcla de senderos, caminos rurales y cruces de campo hasta llegar a la meta.
Un evento compartido con su nieto de 6 años
La experiencia tuvo un condimento especial: su nieto Benicio Soto, de tan solo 6 años, también participó en la versión infantil del evento, el “Mini Pinto”. “Él estaba contento, emocionado. Antes de viajar decía: ‘Voy a correr una carrera con mi abuela’. Todo un orgullo”, compartió Alicia con una sonrisa.
Benicio recibió su medalla y un bolso con obsequios, en una competencia que no premia por puestos, sino que promueve el amor por el ciclismo desde edades tempranas. “Ya está siguiendo el camino de los abuelos”, bromeó la ciclista, en alusión también a su esposo Jorge Soto, quien fue su entrenador.
Un recuerdo inolvidable y un merecido descanso
Entre los miles de presentes también estuvo Lionel Scaloni, director técnico de la Selección Argentina, quien participó en una de las categorías. Si bien Villarroel no pudo verlo personalmente por la distancia y la multitud, algunos de sus familiares sí lograron cruzarse con él al momento de su llegada.
Tras cumplir este objetivo, Alicia afirmó que por ahora no tiene nuevos desafíos inmediatos, pero continuará pedaleando. Su historia es un ejemplo de que la constancia, la pasión y el espíritu familiar pueden llevar muy lejos, incluso hasta la meta de una de las carreras más emblemáticas del ciclismo en América Latina.