El ministro de Seguridad afirmó que “debajo del uniforme hay una persona común” y detalló medidas vinculadas a licencias, recargos laborales y acompañamiento al personal policial.
El ministro de Seguridad de Entre Ríos, Néstor Roncaglia, se refirió a las condiciones laborales y la salud mental de los integrantes de la Policía provincial, y adelantó medidas destinadas a garantizar descansos, reducir sobrecargas y mejorar el acompañamiento a los efectivos. Las declaraciones fueron en el marco de la problemática de los suicidios dentro de la Policía de Entre Ríos.
Sobre las condiciones laborales de los efectivos, Roncaglia explicó que “cuando se ingresa a la policía se sabe que hay una obligación, es un servicio público y esencial, con una carga horaria que cumplir. El policía es policía las 24 horas”. Subrayó que el ingreso a la institución “no es compulsivo, es voluntario” y que existen reglamentos y leyes que determinan las pautas laborales.
El funcionario reconoció que la situación económica influye: “El sueldo es bajo, el dinero no alcanza y los policías tienen la posibilidad de hacer adicionales para ganar un dinero extra. Muchos asumen créditos y eso se suma como sobrecarga de trabajo, pero es adicional”.
Indicó que “el policía trabaja seis u ocho horas y debería ir a descansar, pero la coyuntura no lo permite”. Además, remarcó que “el tiempo de trabajo que establece el Estado es el mínimo indispensable; la carga horaria aumenta por los adicionales que realiza cada agente por decisión propia”.
Vacaciones y reubicaciones
Roncaglia señaló que al asumir dispuso que todos los efectivos tomen sus vacaciones correspondientes: “Antes se permitía acumularlas y trasladarlas al año siguiente, algo con lo que no estoy de acuerdo, porque el trabajo es muy intenso y necesita descanso”. También adelantó que se evalúa reubicar personal administrativo hacia comisarías donde haya mayor demanda de agentes.
Salud mental y acompañamiento
El ministro reconoció que “en Entre Ríos hay un alto índice de suicidios, es algo que nos duele a todos. La institución policial está muy expuesta”.
“Debajo del uniforme hay una persona común, que eligió una profesión de mucha intensidad y exposición, que convive con la violencia. No hay que mirar para otro lado, hay que ocuparse. Armamos un equipo de acompañamiento y queremos que quienes tengan miedo se acerquen; los vamos a ayudar”, afirmó.
También adelantó que analizan medidas para que los efectivos que estén bajo tratamiento conserven un porcentaje de los adicionales que habitualmente perciben, a fin de resguardar su bienestar económico mientras se recuperan.
“Parece que los policías todo lo pueden, que son superhéroes, pero todos tenemos debilidades. Hay que hacerles entender que no son todopoderosos porque tengan un arma y un uniforme. Nuestro objetivo es cuidarlos”, concluyó Roncaglia.