“Los derechos de Lescano están por encima de los de Nahiara porque pertenece a la comunidad gitana”, se preguntó la tía de Cristo. La familia Cristo responsabilizó a la madrastra por la muerte de la pequeña, supo Elonce.
Integrantes de la comunidad gitana en representación de la familia paterna de Nahiara Cristo renovaron el pedido de justicia frente a los Tribunales de Paraná tras la absolución de Yanina Lescano, registró Elonce.
Lescano había sido condenada a 16 años de prisión por la muerte de Nahiara Cristo, de dos años de edad, quien era la hija de su pareja, Miguel Ángel Cristo, el cual fue sentenciado a prisión perpetua. La niña murió en febrero de 2019 producto de los malos tratos a los que era sometida desde hacía tiempo.
“Queremos justicia por Nahiara porque ella nunca tuvo derechos; él ya está condenado y a ella no le dieron nada”, sentenció Sandra, la abuela de Nahiara y padre de Cristo.
Se recordará que, en los fundamentos de la sentencia de la Sala Penal para absolver a la madrastra de Nahiara, se expresó que en el marco del proceso se violaron los derechos de defensa de Lescano. También se sostuvo que “Lescano no fue juzgada con adecuada perspectiva de género ante elementos indicadores de violencia padecida toda su vida”.
“Defienden a las mujeres, pero ella es una mujer asesina”, sentenció la abuela de la niña y remarcó que Lescano “tenía todo para pedir ayuda, tenía teléfono, la oportunidad para todo”. Remarcó, además, que Cristo “no la tenía encerrada porque ella era libre para hacer lo que quisiera”.
Sandra repasó que visitaban la casa de Cristo, pero que “ella no abría la puerta y no mostraba a la gurisa”. La mujer confirmó que mantenía comunicaciones con su hijo y con su nuera, y rememoró que, el día que desencadenó la muerte de la niña, fue Lescano quien les informó.
La abuela de Nahiara contó que la niña vivió con ellos tras el fallecimiento de su mamá, pero Cristo después se llevó a vivir con él “porque era su hija y quería tenerla”. “Él quería a sus hijas, a sus hijas las amaba”, destacó, pero cuando se le consultó por los motivos que habrían llevado a Cristo a maltratarla hasta ocasionarle la muerte, solo acotó: “No hay explicación”.
“La nena estaba con ella porque él salía a trabajar”, sostuvo y descartó que Lescano haya tenido miedo de denunciar a Cristo.
La hermana de Cristo, por su parte, comentó que ella en su teléfono tenía mensajes, audios y fotos de Lescano. “Yo le preguntaba cómo andaba, me respondía que bien y a veces que contaba que Nahiara estaba con ella, porque ella tenía sus otros nenes y compartían ahí”, rememoró. De hecho, de Lescano aseguró que “no estaba presa porque ella tenía su casa, su teléfono, su libertad y los vecinos también lo pueden decir, pero no salen a hablar por miedo”.
La mujer que es madre de una nena de la misma edad de Nahiara, reveló que no ha ido a la cárcel a visitar a su hermano. “Lo único que quiero es que se haga justicia”, insistió.
La madre de Cristo sí contó que frecuenta a Cristo. “Él está mal”, comentó.
Sostienen que Lescano “no le tenía miedo” a Cristo
Otra de las integrantes de la comunidad gitana que renovó el pedido de justicia por Nahiara fue la tía de Cristo. La mujer contó que Lescano tenía celular, que mantenía comunicaciones con ella y que desde su familia se habían ofrecido para cuidar a la niña y sus hermanitos. “Nosotros le preguntábamos por la nena y se la pedíamos porque sabíamos que ella estaba embarazada y tenía que ir a los controles, pero nos decía que la nena quedaba con su papá, Lescano, quien supuestamente la cuidaba cuando Cristo trabajaba todo el día”, rememoró. Y agregó: “En la escuela pueden preguntar que Cristo llevaba a los hijos de ella a la escuela y estaba en la calle todo el día, y Nahiara quedaba con ella” (con su madrasta).
En la oportunidad, la mujer se preguntó por qué desde la Justicia no consideraron las pruebas que ellos ofrecieron. “Porque somos gitanos nos discriminan así”, reprochó y renovó el pedido “por los derechos de Nahiara”.
“Los derechos de Lescano están por encima de los de Nahiara porque pertenece a la comunidad gitana”, se preguntó la tía de Cristo.
Al sostener que Lescano “no le tenía miedo” a Cristo, la mujer repasó que ella intercambiaba mensajes con la madrastra de Nahiara; contó también que solían ir a visitarla, pero les decían que Nahiara estaba en casa del padre de Lescano. También contó que se ofreció a cuidarle a los hijos de ella. “Jamás se podrá decir que un gitano lastimó a un hijo porque amamos a los chicos”, destacó y respecto de la posición de Cristo, quien purga su condena por la muerte de su propia hija, acotó: “Él está pagando, pero para nosotros ella hizo todo esto y vamos a seguir pidiendo justicia”. (Elonce)