REDACCIÓN ELONCE
En el Honorable Concejo Deliberante, Lisandro Amavet fue designado defensor del Pueblo de Paraná. La figura tiene la misión de garantizar y proteger los derechos de los ciudadanos. "Hay mucha gente que no sabe a qué tiene derecho", planteó.
Este jueves en el Honorable Concejo Deliberante de Paraná, Lisandro Amavet fue elegido como nuevo defensor del Pueblo, reemplazando a Marcia López, quien asumirá como defensora de los Derechos de Personas Mayores.
“Muy contento con el procedimiento y la designación. Fue un proceso amplio, plural y transparente”, afirmó Amavet en diálogo con Elonce.
La figura del defensor del pueblo tiene un rol clave en la supervisión de la administración pública y la protección de los derechos de los ciudadanos. “Desde que se creó la figura, Paraná ha ido eligiendo nuevos defensores a medida que caducaban los mandatos. Parece algo rutinario, pero en distintos lugares no ocurre lo mismo”, destacó Amavet.
“Garantiza que se cumplan los derechos de los ciudadanos. Nuestra misión es promocionarlos para que la gente los conozca y sepa cómo ejercerlos”, sostuvo. “También acompaña en la presentación de reclamos, ya que hay mucha gente que no sabe a qué tiene derecho”. El especialista agregó: “Las sociedades que más tienen derechos garantizados son mejores sociedades”.
Desafíos y alcance de la institución
En Entre Ríos, desde 2009, cuando se promulgó la ley, no se ha elegido un defensor. “En la Nación no se elige defensor y hace 15 años se venció el mandato anterior. Ahora, sin embargo, está en marcha un proceso de elección”, señaló.
Entre los principales desafíos mencionó: “Poder llegar a más lugares de la ciudad. Es necesario apoyarse en otras instituciones, como las deportivas, de salud y de educación, para armar una red que permita intercambiar conocimientos y generar un proyecto de trabajo con todas las personas que participan en voluntariados y ONGs; de esta manera, se podrán encontrar soluciones efectivas”.
Otro reto clave, indicó, es “atender los reclamos de quienes sufren situaciones de vulnerabilidad en los barrios y definir cuál es el canal óptimo para la reparación de esos derechos vulnerados. La meta es que la población perciba a la institución como propia y se apropie de su funcionamiento”.
El rol de la mediación comunitaria
Amavet advirtió que “el Estado ha optado por una retracción de derechos. Gran parte de la sociedad no cuenta con cobertura en áreas como educación, salud y discapacidad”.
“En este contexto, la mediación comunitaria realiza un trabajo fundamental entre vecinos. Ayuda a mantener un equilibrio social cuando las situaciones se vuelven complejas, y todo lo hacen ad honorem, demostrando un compromiso destacado con la comunidad”, concluyó.
La jura será este viernes a las 9 en una sesión especial de la legislatura local.