

REDACCIÓN ELONCE
Este sábado la Catedral Metropolitana de Paraná fue escenario de una emotiva misa exequial para despedir al papa Francisco, fallecido recientemente en el Vaticano. Fieles, autoridades y representantes de la Iglesia se reunieron para rendir homenaje al Pontífice argentino que marcó una época con su estilo cercano y renovador.
Entre los testimonios de quienes asistieron, Ricardo Moreira compartió una anécdota personal que vivió con Jorge Bergoglio cuando era su alumno en el Colegio Máximo de San Miguel: “Conviví seis años con él y tengo una anécdota muy interesante. Trata de un día que estábamos haciendo un retiro espiritual, me golpean la puerta de mi habitación y me llama el padre rector, Jorge Bergoglio, que pidió hablar. Tenía 19 años e iba pensando qué macana había hecho”.

Sin embargo, el encuentro fue una sorpresa positiva: “Me empieza a preguntar ¿comiste bien? ¿Descansaste bien? Le dije que sí. Me dijo que en la portería hay una señora que tiene tres hijos, está en situación de calle y vos te vas a ocupar de reunirte con ella, llevarla, buscar y alquilarle una casa y después hacerle tallarines con tuco. Cuando estén comiendo, te volvés”. Moreira logró encontrar una vivienda para la familia, y fue el propio Bergoglio quien se hizo cargo del alquiler.
El reconocimiento de los fieles y las autoridades
Un hombre que asistió junto a su hijo recordó: “Sabemos que (Francisco) está en la gloria del Señor y rezamos por su alma”. Expresó también su gratitud por los 12 años de pontificado y comentó que rezó mucho, tal como Francisco había solicitado durante su ministerio.

Entre las autoridades provinciales presentes, el secretario de Justicia de Entre Ríos, Martín Acevedo Miño, manifestó: “Ha sido una misa multitudinaria. Fue un momento de recuerdo por el papa Francisco en una ceremonia muy emotiva, tratando de rescatar su legado. Ha sido un punto de inflexión en la historia de la Iglesia”.

Por su parte, el ministro de Seguridad y Justicia, Néstor Roncaglia, recordó sus encuentros personales con el Pontífice: “Fue un papa de gestos, no fue uno misionero como Juan Pablo II, pero tuvo muchos gestos. Tuve el honor de estar tres veces con él en Roma (2014, 2017 y 2018). Fue un papa que nos sorprendió a todos, pero básicamente era bien argentino”.
El legado espiritual de Francisco y la esperanza en el futuro
El arzobispo de Paraná, monseñor Juan Alberto Puiggari, también ofreció palabras de homenaje: “Estamos todos un poco conmovidos. Es difícil explicarlo con sentimientos, es cierto que el papa estaba mal, pero había una especie de engaño colectivo. En ese domingo de Pascua cuando sale al balcón, salió a bendecir por última vez”.
Puiggari reflexionó sobre el peso espiritual de Francisco en el mundo contemporáneo: “Me tocó vivir varios sepelios de papas. Ahí es cuando uno se da cuenta en cómo, en un mundo como el nuestro, tan complicado, la autoridad espiritual tiene un peso enorme. El mundo esta semana ha girado en torno a Roma y a la enorme figura de Francisco”.

Respecto al legado dejado por Francisco, el arzobispo destacó: “El legado de Francisco está en la primera exhortación apostólica Evangelium Gaudium, donde dice ‘Necesitamos manifestar al mundo la alegría del Evangelio, hace falta una Iglesia de puertas abiertas, que salga, que no se queden en los templos, que salga y para eso necesita una conversión espiritual para impregnar desde el Evangelio el orden económico social, que anda muy mal’”.
Francisco, el papa de la apertura y las periferias
Puiggari también destacó la cercanía y sencillez del papa: “Francisco siempre tuvo un perfil mucho más bajo ciertamente, pero siempre fue un hombre muy abierto, que recibía a todos. Él tiene esa frase famosa ‘Todos en casa’. Es que Dios es padre de todos y no hay que excluir a nadie”.
Sobre su estilo comunicativo, afirmó: “Francisco tenía mucha formación literaria y manejaba muy bien el lenguaje, y hasta me animaría a decir que un cierto creador de lenguaje con esas frases que llamaban la atención al principio”. Recordó expresiones como “No balconeen la vida” o “No pongan el freezer al Evangelio”, que rápidamente se instalaron en el corazón de los jóvenes.
Finalmente, monseñor Puiggari transmitió su confianza en el futuro de la Iglesia: “Yo no sé quién va a salir papa, pero ya lo amo a ese papa que salga, porque estoy convencido de que es el que Dios nos pone para la Iglesia de hoy”.
Con esperanza hacia el Año Jubilar, concluyó: “Tengo la confianza que el nuevo papa va a ser ese hombre providencial por Dios para este momento de la Iglesia”.