REDACCIÓN ELONCE
En un acto cargado de simbolismo y emoción, se realizó la puesta en valor del monolito de Plaza Alvear, que recuerda a los 303 entrerrianos víctimas del terrorismo de Estado.
En la ciudad de Paraná, autoridades municipales, organizaciones de derechos humanos, estudiantes y vecinos participaron de un emotivo homenaje en Plaza Alvear. El motivo fue la restauración y puesta en valor del monolito que recuerda a los 303 entrerrianos desaparecidos durante la última dictadura militar, reafirmando así el compromiso con la memoria histórica y la lucha contra el terrorismo de Estado.
El acto fue impulsado por la Secretaría de Cultura, Educación y Convivencia Ciudadana de la Municipalidad de Paraná, junto a colectivos como La Solapa y familiares de víctimas. La ceremonia incluyó la colocación de una nueva placa con los nombres completos de los desaparecidos y un código QR que permite acceder a información actualizada. "Era una deuda que teníamos con ellos y con nosotros mismos", expresó Daniel Paduán, coordinador de Derechos Humanos del municipio. “Se trata de militantes íntegros que arriesgaron y dieron su vida por una sociedad más justa”.
Educación, juventud y compromiso con la memoria
Uno de los momentos más destacados del evento fue la participación de Jésica Luna, una joven de 17 años del barrio San José, quien escribió una poesía titulada “Nunca más”. “Es muy importante que los adolescentes recuerden lo que hicieron las generaciones pasadas. Lucharon mucho por los derechos que hoy tenemos”, afirmó la estudiante de la escuela Juan L. Ortiz, visiblemente emocionada.
Jésica, quien comenzó a escribir hace poco tiempo, fue invitada a compartir su texto ante el público. Aunque no pudo leerlo completo por su extensión, se comprometió a enviarlo para su publicación. “En mi casa me apoyan mucho. Me dijeron que es importante que escriba, que diga lo que pienso”, contó orgullosa.
La participación juvenil fue celebrada por los organizadores como una señal esperanzadora. “Mientras haya jóvenes como Jésica, nada está perdido. Es un ejemplo de cómo la memoria sigue viva y se transmite”, sostuvo Mariana Fumaneri, integrante del colectivo La Solapa.
Un mensaje contra el olvido y el negacionismo
El acto en Plaza Alvear tuvo lugar en un contexto nacional donde diversos sectores denuncian avances del negacionismo. Por eso, los organizadores destacaron la necesidad de reafirmar los valores democráticos. “El Estado tiene la obligación de recordar nuestra historia porque tiene que ver con nuestra identidad”, declaró Nadia Bilat, secretaria de Cultura del municipio.
El monolito fue originalmente emplazado en 1992 y simboliza la lucha de los organismos de derechos humanos en plena recuperación democrática. Con esta puesta en valor, se consolida su función como espacio de memoria colectiva y reflexión. “Cada nombre grabado aquí es una persona, no un número”, recordó Fumaneri.