REDACCIÓN ELONCE
Vecinos colmaron el salón parroquial en una jornada solidaria con juegos, torta frita y espíritu comunitario. Todo lo recaudado será a beneficio de los grupos pastorales.
En un ambiente de camaradería y con el salón parroquial repleto, se realizó este sábado por la tarde un mate bingo en la parroquia San José Obrero, en una iniciativa solidaria que convocó a decenas de vecinos de la comunidad. El evento comenzó a las 15 horas y desde temprano se vio gran entusiasmo por parte del público que, cartón en mano, se dispuso a participar del tradicional juego.
“Esto surge por las necesidades de los grupos. Es a beneficio de la parroquia, pero cada grupo tiene sus propias urgencias”, explicó Natalia, una de las organizadoras del evento y coordinadora del grupo Emaús. Además, remarcó que esta jornada fue una buena oportunidad para juntar a la comunidad: “Nos pareció una linda fecha y justo el tiempo acompañó. La gente siempre colabora”.
El evento no sólo fue un espacio de entretenimiento, sino también un momento de encuentro espiritual y vecinal. “El primero de mayo también estuvo repleto, es hermoso ver cómo la fiesta patronal se vive como un verdadero encuentro para todos nosotros”, recordó la mujer.
Una jornada de comunidad, encuentro y solidaridad
El mate bingo, además de buscar fondos, se presentó como una excusa para compartir. Desde la parroquia destacaron el valor del encuentro, no solo como feligreses, sino como vecinos. “Es un espacio de la gente, no sólo de los miembros de la iglesia, sino del vecindario. Venir a compartir, a intercambiar, a comer una torta frita… a pasar una tarde linda”, expresó el padre Sergio.
La actividad tuvo como objetivo principal acompañar las tareas pastorales y sociales de la parroquia, como la catequesis, Cáritas y los diferentes grupos que funcionan dentro de San José Obrero. “Lo que importa es que haya un espacio de encuentro. La parroquia es eso: un lugar de comunidad”, sostuvo el sacerdote.
El padre también aprovechó la oportunidad para reflexionar sobre el contexto mundial: “Estábamos hablando del conflicto en Medio Oriente. Es tremendo lo que pasa allá, pero también acá debemos reflexionar y dejar de ser tan violentos desde las palabras. Necesitamos la paz, también en lo cotidiano”.
La parroquia como faro de ciudadanía activa
El evento no tiene una hora de cierre específica, pero se estimó que se jugarían unas diez rondas de bingo hasta alrededor de las 19 horas. La jornada, más allá de lo lúdico, estuvo cargada de sentido. “Como dijeron los obispos argentinos, necesitamos pasar de ser habitantes a ciudadanos. Mi vida tiene que ver con los demás”, reflexionó el padre Sergio.
San José Obrero se consolida como una de las parroquias más activas de la región, no sólo por sus celebraciones religiosas, sino por iniciativas que promueven la cultura del encuentro y el servicio comunitario.
“Lo recaudado sirve, sí, pero más importante es estar juntos”, concluyó Nati, destacando que la verdadera ganancia de estos eventos es el fortalecimiento de los lazos entre las personas.