El trabajador corta el césped para poder pagar el alquiler y lamentablemente se le rompieron sus dos bordeadoras. “De tanto trabajo se recalentaron y no me alcanza para hacerlas arreglar. Necesito trabajar para comer”, informó a Elonce.
Carlos Vega vive en Paraná y desde hace años trabaja cortando el césped y realizando mantenimiento de jardines para subsistir. Lamentablemente en los últimos días se le rompieron las dos máquinas bordeadoras que tiene para realizar su trabajo y solicita ayuda a la comunidad.
“Trabajo para comer y pagar el alquiler, es cansador, pero es lo que debo hacer para subsistir”, expresó Vega a Elonce al agregar que con las intensas temperaturas registradas días atrás y la exigencia del trabajo “a las dos maquinitas se recalentaron los motores y no tengo otras herramientas para poder seguir cortando el pasto”.
En esta línea, Vega detalló que intentó hacerlas a arreglar, pero es muy elevado el costo de la reparación y no vale la pena debido al desgaste que ya poseen las cortadoras de césped. “Debo realizar al menos cinco cortes por día todos los días para poder pagar el alquiler y subsistir; camino todo el día. A pesar del calor hay que ganarse el mango”, sumó.
Al consultarle por su trabajo, explicó que tiene clientes fijos, pero durante el verano tuvo muy poco trabajo y ahora es cuando comienza la demanda. “Necesito trabajar para vivir”, aseveró el hombre y resaltó el pedido de solidaridad a la comunidad para poder comprar máquinas nuevas.
Vega relató que anteriormente realizaba trabajos de albañilería, pero no consigue obras para desempeñarse. “Uno llega a cierta edad y te dejan de dar trabajo en este rubro y en otras empresas, ganas de trabajar siempre hay”, cerró.
Los interesados en colaborar con Vega se pueden contactar al 343 5439712.