Valeria Degenaro busca un cambio de rumbo en su carrera y quiere dejar de ser una chica mediática. "La televisión me encanta. Me gustaría ser panelista en algún programa", manifestó y habló de su relación con Matías Alé.
Atrás quedaron los títulos conseguidos en distintos concursos al iniciar su carrera (el primero fue de remeras mojadas Badweisser, en 1999; al que luego se sumaron “Miss Bustos” 2001 y 2002, en Chile; “Cola Reef” y “Largo de pecho”, de la Rock and Pop, ambos en 2005 y en Mar del Plata), como la etapa de conductora del ciclo “SOSex”, en Playboy TV. Ahora, Valeria Degenaro intenta consolidarse como actriz, obviamente sin dejar de lado a la “bomba sexy” que lleva adentro.
-Fue muy lindo lo que me pasó en el verano en “Hasta que la risa no se pare”, la obra con la que ofrecimos dos funciones de martes a domingo, en el teatro La Campana, de Mar del Plata, junto a Daniel "La Tota" Santillán, Jacobo Winograd, Guido Süller, Ayelén Paleo, Pablo Cabaleiro (“El mago sin dientes”), Pocho, la Pantera y Guillermo Gramuglia. Y se vienen proyectos tan lindos como ese, o más.
-Por ejemplo...
-No puedo hablar demasiado del tema, porque aún no lo cerramos. Podría adelantarte sólo que se trata de un viaje laboral muy interesante. Ya se van a enterar. Estoy muy metida en eso.
-A fines del año pasado también hiciste algo importante en televisión.
-Sí, “Babylon”, el unitario producido por Gastón Portal para Canal 9. “Trabajar al lado de Norman Briski fue un lujo. La televisión me encanta. Me gustaría ser panelista en algún programa y no ir a “Intrusos” o a “Infama” sólo por algún escándalo.
-De amores, ¿venimos bien?
-Estoy bien, pero sola. Bahhh... sola en cuánto a una pareja, porque vivo con mis tres grandes amores, mis gatos: Ruby, Jupy y Liz Taylor. Adoro a los animales. Ellos son hoy los hijos que algún día quiero tener, cuando me enamore en serio y me case. En mis planes está formar un hogar con marido e hijos.
-La última vez que apareciste en esta contratapa nos dijiste que Matías Alé había llegado a tu vida para cambiar lágrimas por sonrisas... ¿En qué quedó eso?
-Jajajaja. ¡Qué buena memoria! Es cierto. Yo venía de una separación dolorosa y Matías llegó a mi vida para cambiar lágrimas por sonrisas. Es un buen consejero tanto en lo laboral como en lo personal. Nos queremos mucho. No somos novios, pero nos queremos. Hace diez meses que nos hablamos y la relación es excelente. (Diario Show)
