Reveló que su ex pareja “me quemó con un cigarrillo tres veces, una por cada diez mil dólares que tuvo que pagar de honorarios a sus abogados por la denuncia que le hice". Mostró las cicatrices que conserva, a más de 12 años del hecho.
La semana pasada, Raquel Mancini sorprendió al mundo del espectáculo al anunciar que se redujo los labios - se los había rellenado en los 90, cuando era una de las modelos más buscadas-, una noticia que volvió a colocar su nombre en los titulares de los medios. Hora, decidió contar toda su historia. La modelo habló con el panel de Intrusos de por qué decidió realizarse las cirugías estéticas que casi le cuestan la vida en los 90, de sus peleas con Flavia Palmiero y una revelación inesperada: fue víctima de violencia de género.
"Tuve un coágulo de estupidez y me quise rellenar los labios, porque vi a una mujer que se había hecho eso y me encantó. Cuando volví de rellenarme y le mostré a mi pareja de ese momento, le agarró un ataque de celos y me pegó. Ahí se me deformaron", reveló la modelo que en 1996 estuvo al borde de la muerte tras una sobredosis de anestesia durante una cirugía para una lipoaspiración.
Según contó en diálogo con Jorge Rial, su pareja, una personalidad de renombre que no quiso mencionar por temor a las repercusiones legales, la golpeó en reiteradas ocasiones durante los cuatro años y medio que duró su relación. "Un día dije basta y fui a hacer la denuncia", contó. "El se vengó. Un día me esperó en el estacionamiento de mi edificio, escondido, y cuando llegué a mi camioneta salió de la nada, me tiró contra el capot y me quemó con un cigarrillo tres veces, una por cada diez mil dólares que tuvo que pagar de honorarios a sus abogados por la denuncia que le hice", relató, mostrando las cicatrices que aún conserva, a más de doce años de aquel incidente, en el antebrazo.
La modelo también explicó que llegó a hacerse la lipoaspiración que casi le cuesta la vida creyendo que se trataba de una operación sencilla, en el consultorio de su médica. Allí también quería corregirse los labios, que le habían quedado deformados por los golpes de su novio. Estuvo varios días en coma y cuando se despertó supo que estuvo a punto de morir.
Desde entonces, no quiso pasar nunca más por un quirófano. Hasta ahora, que decidió reducirse los labios para "volver a ser lo que era". "Ahora me siento más yo. Igual me falta una parte. Ayer me sacaron los puntos y el lunes tengo que volver a ver que esté todo bien". (La Nación)
