La reconocida cantante Katy Perry detuvo un concierto para dirigirse de manera directa a un fan y, ante el asombro del público presente, le pidió al joven que deje de enviarle mensajes privados a su marido Orlando Bloom.
Durante una de sus presentaciones, la estrella del pop Katy Perry dejó por un instante el micrófono de lado y se acercó a un sector específico del escenario. Allí, entre luces y gritos, se agachó para dirigirse con firmeza a un joven fanático del que aparentemente ya tenía información previa. El espectáculo tomó un giro inesperado y rápidamente captó la atención del público.
Con tono irónico pero evidente molestia, la artista apuntó directamente a un joven entre la multitud: “Oh sí, bonita sonrisa. Yo sé por qué estás aquí ¿Qué? No, no, no. Escucha. Si continúas enviando mensajes directos a mi hombre (...)”. La frase fue recibida con asombro y risas por parte de los presentes, quienes no esperaban una interacción tan personal.
“Soy suya y él es mío”
Lejos de detenerse, la intérprete de “Firework” continuó con su monólogo, visiblemente indignada pero manteniendo un tono performático que fue elevando la intensidad del momento. “Oh Kyle. Lo sé, estuviste haciendo esto por meses, desde la residencia. Tú no viniste a verme cantar. Si sigues mandando mensajes directos a mi hombre, tendré que hacerte salir”, lanzó sin titubeos, mientras las cámaras registraban la escena.
Acto seguido, se acomodó el cabello y remató la intervención con una afirmación que arrancó aplausos y ovaciones del público: “En serio, consigue tu propia vida. Yo soy su esposa”. Acompañada del fervor de sus fans, Katy logró convertir el reclamo en un momento de comunión con la audiencia, que coreó junto a ella: “Soy suya y él es mío”.
Aunque la tensión inicial pudo interpretarse como una queja real, la atmósfera fue cambiando a medida que el fan -identificado como Kyle- comenzó a reír y disfrutar del intercambio. Las cámaras captaron su rostro emocionado, lo que generó aún más simpatía entre los asistentes. Todo parece indicar que se trató de una elaborada broma o una transición humorística entre canciones.
Un pedido especial y un recuerdo inolvidable
Según trascendió, el episodio habría comenzado cuando Kyle le pidió a la cantante que interpretara su canción favorita, y para eso -como parte del chiste- habría recurrido nada menos que a Orlando Bloom. Esta situación desencadenó la reacción teatral de Perry, que se robó la noche y fue replicada en redes sociales por miles de fans.
Días después, el propio Kyle ofreció declaraciones a un medio británico en las que se mostró divertido por la experiencia: “Ahora tengo el recuerdo del concierto de mi vida. Esperemos que me perdone por mandarle mensaje directo a su hombre y me permita volver a su próximo show”, dijo entre risas, dejando en claro que no hubo resentimientos. Y añadió con picardía: “En mi época de rompe hogares”.
Temas:
Katy Perry
