Un informe privado reveló que una familia tipo necesitará casi $4 millones para vacacionar dentro del país y más de $10 millones para viajar al exterior. El estudio comparó destinos, salarios y gastos adicionales, y analizó cómo evolucionó el poder adquisitivo.
El costo de las vacaciones 2026 para las familias argentinas volvió a quedar en el centro del debate económico con la llegada del verano y el inicio de la temporada alta, en un contexto donde planificar un viaje implica un esfuerzo significativo para los ingresos del hogar.
Según estimaciones privadas, un grupo familiar promedio deberá destinar cerca de $4 millones para vacacionar dentro del país y más de $10 millones si opta por destinos internacionales, cifras que ponen en evidencia el peso del turismo sobre el presupuesto doméstico.
Un informe elaborado por el Instituto de Economía (Ineco) de la Universidad Argentina de la Empresa (UADE) precisó que una familia tipo, compuesta por dos adultos y dos niños, que viaje durante la segunda quincena de enero deberá prever un gasto promedio de $3.880.488 para destinos nacionales y de $10.334.454 para destinos del exterior. Estos montos equivalieron a 2,38 y 6,1 veces el salario promedio mensual de un trabajador estable, calculado en base al RIPTE.
Vacaciones 2026 dentro del país: diferencias marcadas entre destinos
El estudio detalló que los valores considerados incluyeron únicamente transporte y alojamiento, lo que dejó fuera otros gastos habituales de la temporada alta. Aun así, el relevamiento mostró amplias diferencias entre los principales destinos turísticos del país, explicadas principalmente por el costo del hospedaje.
Cariló se ubicó como el destino más caro del turismo interno, con un presupuesto estimado en $10.665.172, lo que representó 6,55 salarios promedio. Le siguieron Pinamar, con $8.026.847 (4,93 salarios), y Bariloche, con $5.541.566 (3,41 salarios). En un escalón intermedio se ubicaron Mar de las Pampas, Puerto Iguazú y Puerto Madryn, con valores que oscilaron entre los $4.240.000 y los $4.850.000, equivalentes a entre 2,6 y 3 salarios.
En el extremo opuesto, el informe destacó a Villa Gesell como la alternativa más económica del relevamiento, con un costo estimado de $2.188.670, equivalente a 1,35 salarios. También se posicionaron como opciones accesibles Mar del Plata ($2.779.767), Rosario ($2.728.689), San Clemente del Tuyú ($2.556.985) y Necochea ($2.554.338).
Según Ineco, destinos como Mar de Ajó, Necochea, Miramar y Villa Carlos Paz mostraron mejoras en su accesibilidad en comparación con el verano anterior, mientras que Cariló, Pinamar, Rosario y San Antonio de Areco registraron subas en su costo relativo.
Turismo interno que resiste
Pese a las diferencias de precios, la principal conclusión del informe fue que el turismo interno continuó siendo una opción de consumo que resistió los cambios en precios y salarios. Aun con incrementos nominales, el esfuerzo económico medido en cantidad de salarios se mantuvo relativamente estable, lo que permitió sostener la demanda de viajes dentro del país.
Destinos internacionales y el factor dólar
Viajar al exterior implicó un esfuerzo económico mayor. El presupuesto promedio para destinos internacionales se ubicó en $10.334.454, aunque con fuertes contrastes según el lugar elegido. Madrid encabezó el ranking de los destinos más costosos, con $17.187.220, equivalentes a 10,56 salarios. Nueva York requirió $14.254.930 (8,76 salarios) y Miami, $10.957.086 (6,73 salarios).
En contrapartida, Río de Janeiro presentó un costo menor, con $5.995.297 (3,68 salarios). El caso que más llamó la atención fue Santiago de Chile, con un presupuesto estimado en $3.277.739, equivalente a apenas 2,01 salarios, lo que lo ubicó por debajo del costo de 13 de los 25 destinos nacionales evaluados.
El informe remarcó que, al analizar cada destino, surgieron resultados inesperados: vacacionar en Cariló implicó un gasto similar al de viajar a Miami, mientras que hacerlo en Santiago de Chile resultó más económico que el promedio de los principales destinos argentinos.
Salarios, poder adquisitivo y estabilidad relativa
Para el análisis, Ineco tomó como referencia un salario promedio RIPTE de $1.627.212. El reporte señaló que la relación entre el costo total de las vacaciones y el salario promedio no se modificó respecto del mismo período del año anterior. En ambos casos, el esfuerzo económico, medido en cantidad de salarios, permaneció prácticamente constante.
Si bien los valores aumentaron en términos nominales en comparación con 2025, la evolución de los ingresos permitió que el esfuerzo real creciera solo de manera leve, sin alterar las conclusiones generales sobre la accesibilidad a las vacaciones. De este modo, la capacidad de las familias argentinas para viajar, tanto dentro del país como al exterior, se mantuvo estable durante este verano.
El informe también advirtió que, en los últimos dos años, los destinos internacionales se volvieron relativamente más accesibles que los domésticos. Este fenómeno se explicó por una suba cercana al 50% del salario promedio mensual medido en dólares oficiales, lo que mejoró las posibilidades de viajar al exterior pese a la inflación local.
Gastos adicionales en la Costa Atlántica
Además de transporte y alojamiento, el estudio incluyó ejemplos de gastos extra habituales en la Costa Atlántica. El alquiler diario de una carpa promedió $55.448, con mínimos de $35.377 en Miramar y máximos de $118.800 en Chapadmalal.
Una cena en restaurante para cuatro personas alcanzó un promedio de $89.831, con opciones más económicas en Villa Gesell ($70.000) y Miramar ($76.000), mientras que en Cariló ascendió a $107.143. Asistir a una obra de teatro en Mar del Plata implicó un gasto estimado de $132.000 por función.
Comparaciones y advertencias
Entre las comparaciones más relevantes, el informe subrayó que vacacionar en Cariló puede costar unas cinco veces más que hacerlo en Villa Gesell. De igual modo, viajar a Madrid implica un gasto más de cinco veces superior al de Santiago de Chile.
Estas diferencias reflejaron que el turismo interno no siempre garantiza la alternativa más económica y que la decisión final depende de múltiples factores, entre ellos la coyuntura cambiaria, publicó Infobae.
Finalmente, Ineco recomendó interpretar los resultados con cautela, ya que la accesibilidad a los destinos puede variar rápidamente ante cambios en el tipo de cambio o aceleraciones inflacionarias, modificando el escenario de un verano a otro.