REDACCIÓN ELONCE
Mario Sarli, integrante de la Confederación General de Almaceneros, dijo que tras el fin del cepo "no había ningún motivo para que haya aumento de precios el lunes". Explicó cómo cambió el consumo, qué productos aumentaron más y cómo afecta al rubro la inflación.
La flexibilización del cepo cambiario y el aumento del dólar oficial generaron temor sobre el impacto en los precios. Aunque aún no se refleja en las estadísticas oficiales de abril, muchos comercios ya están subiendo precios, especialmente en alimentos y productos frescos. En marzo, la inflación en "Alimentos y bebidas no alcohólicas" fue del 5,9%, con algunas subas más pronunciadas en productos específicos.
Este escenario genera preocupación entre consumidores y analistas, con dudas sobre si comenzará una nueva ronda de aumentos vinculada al dólar y hasta qué punto el Gobierno podrá controlar la inflación sin afectar el consumo. Las consultoras privadas advierten sobre una caída histórica del consumo en los primeros tres meses del año, que afecta tanto a grandes supermercados como a comercios de barrio.
Además, la presión sobre los precios también tiene un impacto social: en marzo, una familia tipo necesitó más de 1.100.000 pesos para no caer en la pobreza y casi medio millón de pesos para evitar la indigencia. ¿Cómo afectarán estos aumentos en los precios al poder adquisitivo de los consumidores y a la estabilidad económica a largo plazo?
El tema fue debatido en El Ventilador, de Elonce, programa que se emite martes y jueves a las 21.30.
Mario Sarli, integrante de la Confederación General de Almaceneros, analizó las consecuencias del fin del cepo y opinó: “creo que no había ningún motivo para que haya aumento de precios el lunes. Había que esperar a ver qué pasaba con el tema del dólar. Gracias a Dios salió todo bien porque bajó. Los precios estaban a un dólar de $1360 y al bajar no deberían aumentar los precios. Hay que esperar unos días más, pero lo bueno es que la Cámara Argentina de Supermercados Mayoristas ha decidido no recibir mercadería con las listas nuevas y remarcación de precios, que es de donde nosotros nos abastecemos. Tengo más de 40 años en el rubro y esto no había pasado nunca. Por eso me da un poco de optimismo, que se trate de bajar la inflación, que es una cosa que perjudica a todos y más a nosotros los almaceneros”.
Admitió que “en el rubro corralones y en el de alimentos, algunos productos aumentaron en marzo, por eso el índice de precios. Algunos aumentos fueron de más del 10%. Ese aumento se dio antes. Ahora muchas grandes cadenas de supermercados remarcaron precios también”.
En ese sentido, consultado sobre los productos que más ajuste de precios tuvieron, enumeró: “la carne, el aceite y otros. En lo que va del año la carne ha subido al menos un 35%”. No obstante, indicó que “hay productos que estamos vendiendo a menor precio que en 2023: azúcar, yerba, arroz. La azúcar llegó a estar 1800 pesos y después se conseguía a 600 pesos”.
Resaltó que en la actualidad las familias “compran lo que van a consumir en el momento. Todos somos conscientes de que no sobra la plata porque hay una deuda en la política respecto a los ingresos de los jubilados, los docentes, la seguridad, toda la gente a la que le faltan ingresos y no les alcanza. El ingreso de la mayoría de la gente ronda el millón de pesos”.
Sarli consideró que los formadores de precios en Argentina son “los fabricantes y los supermercados mayoristas, de donde nos abastecemos nosotros. En algunos momentos guardaban la mercadería, no te vendían, sacaban de a poquito. Hoy eso no pasa. No creo que haya desabastecimiento tampoco”.
“Una de las empresas que tiene el monopolio en el rubro de limpieza bajó los precios. Tenía un 12% arriba y los mayoristas no aceptaron sus listas, por eso decidieron bajar”, agregó.
Sobre la situación de los almacenes, manifestó que “la compra en cuotas no se da, pero el fiado existe. Con el barrio tenemos relación de amistad, conocimiento de muchos años. A veces la gente no porque no le alcance la plata sino por comodidad o confianza, dejan al empleado que vaya y compre y después pasan en la semana y pagan”.
Respecto a cómo afecta la situación económica a la planificación de las compras de los almacenes, explicó: “tenemos una lista pequeña de cosas que nos van faltando, no tenemos un stock de mercadería ni depósito lleno de mercadería. Como los preventistas pasan una vez por semana, vamos comprando lo que vamos vendiendo, en función de la demanda”.
“Creo que la gente va más a los almacenes que al supermercado. Va a comprar lo del día. Por otro lado, creo que perdimos clientela también por la comodidad que hoy ofrecen las aplicaciones. Hemos intentado hacerlo, pero el porcentaje que cobra la aplicación es alto y tenemos que subir mucho los precios”, dijo. Elonce.com
