El mercado financiero argentino reacciona ante la incertidumbre política y la postergación del acuerdo con el FMI. También influye el escenario internacional, con expectativas sobre datos de empleo en EE.UU. y la tensión entre China y EE.UU.
Los bonos argentinos en dólares no logran recuperarse y se encaminan a cerrar la semana con una nueva caída, lo que empuja al riesgo país hacia los 700 puntos básicos. La tensión política interna, tras la media sanción de la Cámara de Diputados a un proyecto que prevé un aumento del 7,2% para los jubilados, mantiene en alerta a los inversores. Desde el Gobierno ya advirtieron que vetarán la iniciativa en caso de ser aprobada por el Senado.
En este contexto, el mercado también procesó la confirmación de que se postergará la próxima revisión del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Esta demora le da más aire al Banco Central en su meta de acumulación de reservas, uno de los compromisos clave del programa vigente con el organismo.
Juan Manuel Franco, economista jefe de Grupo SBS, analizó el panorama: “Encaramos la última rueda de la semana, y tanto la renta fija en dólares como la renta variable argentina vienen mostrando desempeños flojos. Creemos que, si bien el mercado sigue en líneas generales optimista (prueba de ello es tanto la expectativa de inflación implícita en títulos en pesos como en el REM-BCRA), podría haber cierta incertidumbre respecto a cuentas externas, más puntualmente a la acumulación de reservas netas”.
Reservas, confianza y cautela electoral
El especialista también destacó la importancia de robustecer las reservas internacionales para reforzar la credibilidad del programa económico. “Si bien en un esquema de tipo de cambio flexible son menos necesarias, nosotros las vemos como un componente que podría ayudar a generar más confianza en el rumbo elegido por el gobierno, más allá del superávit fiscal primario y la prudencia monetaria mostrada", señaló Franco.
Asimismo, advirtió sobre posibles movimientos del mercado a medida que se acerquen las próximas elecciones: "Debe considerarse además, que a medida que nos acerquemos a las elecciones, el mercado podría también mostrar algo de cautela hasta ver el resultado del evento”.
La sensibilidad de los inversores frente al escenario político y económico local se mantiene alta, especialmente ante señales de potenciales desvíos del ajuste fiscal o tensiones entre el Ejecutivo y el Congreso. A eso se suma la expectativa sobre cómo se reordenará el frente externo en los próximos meses.
Atentos a EE.UU., China y el Banco Central Europeo
En el plano internacional, los mercados bursátiles globales se mostraban moderados este viernes, con los operadores esperando la publicación de datos clave sobre el empleo en Estados Unidos. Mientras tanto, las acciones de Tesla mostraban una recuperación antes de la apertura del mercado, tras una disputa pública entre el expresidente Donald Trump y el empresario Elon Musk.
Los inversores también analizan si la reciente conversación entre Trump y el presidente chino, Xi Jinping, junto con la posibilidad de nuevos encuentros, contribuirá a aliviar las tensiones comerciales entre las dos principales potencias económicas del mundo.
En Europa, las bolsas operaban con escasa variación, en línea con la jornada sin sobresaltos que se registró en los mercados asiáticos. Por su parte, los futuros del Nasdaq y del S&P 500 subían alrededor de un 0,4% cada uno.
El euro toma impulso tras decisión del BCE
En los mercados cambiarios, el euro se fortalecía frente al dólar, alcanzando niveles máximos de seis semanas. Este movimiento se produjo luego de que el Banco Central Europeo (BCE) recortara las tasas de interés el jueves, tal como se preveía. Sin embargo, el organismo insinuó una posible pausa en el actual ciclo de relajación monetaria, que ya lleva un año en marcha.
Este contexto global también incide en el humor de los mercados emergentes, como el argentino, que dependen de señales claras desde las principales economías para revalidar su estrategia financiera. Por ahora, la combinación de ruido político local y cautela internacional mantiene a los activos argentinos bajo presión. (Ambito)
