Bianca sueña con ser periodista y hoy pelea por su vida. Permanece internada en terapia intensiva, mientras espera un trasplante de corazón.
Bianca Quiroga Peyrano tiene 12 años y permanece internada en el Hospital Italiano de Buenos Aires, donde lucha por su vida a la espera de un trasplante de corazón. La niña, oriunda de Picún Leufú, en la provincia del Neuquén, padece una cardiopatía congénita y atravesó, desde su nacimiento, múltiples intervenciones quirúrgicas de alta complejidad.
Según se informó, Bianca fue sometida a cuatro cirugías a corazón abierto a lo largo de su infancia. En las últimas horas, su estado de salud se agravó y debió ser conectada a un sistema de asistencia mecánica. Su madre, Nadia Peyrano, explicó la situación con profundo dolor: "Antes de ayer fue conectada a ECMO que le da soporte a su vida es para ganar tiempo hasta que aparezca un corazoncito".
Actualmente, la niña permanece internada en la Unidad de Cuidados Intensivos, sedada y con asistencia respiratoria mecánica. Ya lleva casi tres meses de internación mientras aguarda la aparición de un donante compatible que le permita acceder al trasplante que necesita para sobrevivir.
Una infancia marcada por la fortaleza
A pesar de su delicado estado de salud, Bianca demostró a lo largo de sus 12 años una notable fortaleza. Su madre destacó que es una niña activa y apasionada por el deporte. Practicó gimnasia artística y logró destacarse en competencias, incluso enfrentándose a niñas sin problemas de salud. En su última presentación, antes de ser internada, obtuvo el tercer puesto en tres categorías.
También encontró en el boxeo una actividad que la motivó y, además, desarrolló un fuerte vínculo con la bicicleta, medio que utiliza habitualmente para desplazarse por su localidad. “En el pueblo la conocen como la niña de la bicicleta”, contó Nadia.
Sueños, creatividad y fe
Bianca también cultiva intereses artísticos. Disfruta del dibujo y la pintura y aprendió a realizar llaveros y prendedores en porcelana fría, que vende para ahorrar dinero. “También ha aprendido a hacer llaveros y prendedores en porcelana fría, los cuales vende para ahorrar dinero. Hace muy poco se compró una cámara con el dinero que logró juntar”, relató su madre.
Además, participa activamente en la iglesia y asiste a la escuela bíblica los sábados. Actualmente cursa sexto grado en la Escuela 167 de Picún Leufú y sueña con su futuro. Quiere ser maestra y también periodista, con la ilusión de contar historias que inspiren a otros.
Antes de ser sedada, Bianca logró comunicarse por escrito con su mamá. “Antes que la sedaran me escribió, porque no puede hablar porque está con traqueotomía, que extraña a sus perritos Toby, Lola y Lay y a su gata Luna”, recordó Nadia, quien también mencionó el profundo amor de la niña por sus hermanos.
El pedido de una madre
En diálogo con LM Neuquén, Nadia Peyrano realizó un pedido a las familias donantes de todo el país. "Hay un Dios que es maravilloso que va a premiar su acto de amor. Donando no solo le devuelven la sonrisa a Bianca, sino a por lo menos a otros 7 niños que esperan hace meses”, expresó.
Conmovida, agregó: “el dolor es inmenso, pero el amor de quienes a pesar del dolor donan trasciende. Multiplican vidas y permiten a más niños que puedan volver a jugar”. Más adelante, sostuvo que las familias donantes “tienen el valor de una sonrisa y la felicidad en sus manos. Navidad es eso, actos de amor puros. Eso es la donación pediátrica. No solo por Bianca, sino por muchos niños más".
Bianca continúa conectada al sistema ECMO, que le brinda soporte vital de manera transitoria. En ese contexto, su madre cerró con un mensaje cargado de esperanza: "A Bianca le urge un corazón. En ese aparato puede estar semanas, no sabemos cuántas. Por eso es que necesitamos un milagro. Es un momento difícil, pero tenemos fe en que Dios va a hacer un milagro".