REDACCIÓN ELONCE
La Peregrinación Hasenkamp-Paraná culmina este sábado con miles de fieles en el Santuario La Loma. Se espera una emotiva misa encabezada por el Arzobispo.
La Peregrinación Hasenkamp-Paraná llega este sábado a su momento más esperado. En su 43º edición, miles de fieles se movilizan hacia el Santuario La Loma en Paraná, donde a partir de las tarde se celebrará la misa central encabezada por el Arzobispo Raúl Martín. El evento, cargado de emoción y devoción, representa uno de los encuentros religiosos más significativos del año en Entre Ríos.
Ya en los tramos finales del recorrido, muchos peregrinos descansaban brevemente en la zona del autoservicio Diarco, sobre avenida Almafuerte, antes de continuar con los últimos kilómetros. Allí, los testimonios recogidos reflejan la diversidad de emociones que atraviesan los caminantes: desde el esfuerzo físico hasta el alivio espiritual que ofrece este tradicional acto de fe.
Uno de los participantes destacó la necesidad de renovar fuerzas para seguir adelante. Otros expresaron su gratitud hacia la Virgen de Schoenstatt —“la Mater”— por los dones recibidos. “Queremos darle las gracias por lo que tenemos”, aseguró un hombre, mientras tomaba agua junto a su grupo.
Fe, esfuerzo y comunidad: el corazón de la peregrinación
La Peregrinación Hasenkamp-Paraná no es solo un desafío físico, sino también una experiencia espiritual transformadora. Para algunos, es la primera vez. “Al principio no daba más, pero a lo último es un alivio, una paz y una tranquilidad”, confesó un joven peregrino que completaba su primera caminata de fe.
La iniciativa, que se realiza cada año, suma nuevos fieles en cada edición. Así lo demuestra una mujer que, acompañada por sus hermanas y amigas, alentó a otros a unirse a futuras peregrinaciones: “Anímense que es algo lindo”. La unión familiar y entre amigos es una constante en esta travesía, que fortalece vínculos mientras se comparten emociones profundas.
“Es una fe continua, no solo en el día de hoy, sino también ayer”, expresó otro participante que peregrinó con su esposa y su hijo. Para él, la fe se construye y se comparte en comunidad, más allá del momento puntual de la llegada al Santuario.
