REDACCIÓN ELONCE
Ricardo Melgarejo, de 33 años, es paranaense y trabaja en el mundo del espectáculo como gestor de imagen y productor de contenidos. Ahora busca cumplir un nuevo desafío: ser parte de Gran Hermano “Generación Dorada” y mostrarse con autenticidad ante millones de espectadores.
Ricardo Melgarejo, paranaense de 33 años, construyó su carrera profesional vinculado al espectáculo como gestor de imagen, community manager y productor de contenidos. Tras más de diez años de experiencia trabajando con reconocidas figuras de la televisión, hoy busca cumplir un nuevo desafío: convertirse en participante de la próxima edición de Gran Hermano “Generación Dorada”.
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Su identidad y lo que llevaría a la casa
Amigos y conocidos lo llaman “Ricky”, y él se define como una persona “solidaria, empática y amable”. Según aseguró a Elonce, a la casa de Gran Hermano llevaría su “empatía, honestidad y sinceridad”, aunque también desea mostrar su “lado más vulnerable”.
Consultado sobre su estilo de convivencia, afirmó: “Nunca conviví con desconocidos, por lo cual sería un mundo nuevo para mí, pero me considero una persona tranquila para la convivencia, aunque la falta de higiene es algo que me molesta”.
Su recorrido en los medios
En su trabajo habitual se dedica a gestionar la imagen de celebridades, coordinar contratos y canjes con marcas, negociar presentaciones en medios y organizar producciones junto a equipos de fotógrafos, maquilladores y vestuaristas. Ha trabajado con figuras como Pamela David, Celina Rucci y Virginia Gallardo.
Sobre esa experiencia, señaló que lo más llamativo fue descubrir que muchas personalidades eran diferentes de lo que aparentaban: “Con la mayoría mantengo un vínculo de amistad”, destacó.
Sin embargo, reconoció que esas vivencias podrían jugarle en contra en el reality: “Al tener tantas anécdotas con famosos, cosas que no se pueden contar, esas historias que no se saben, al contarlas delante de tantas cámaras, podría generar repercusión mediática”.
Su paso previo y expectativas
Melgarejo ya estuvo cerca de ingresar al programa en la última edición, donde fue elegido como suplente. “Esta es una revancha que me da la vida para demostrar lo que soy”, afirmó.
El paranaense explicó que su motivación no se centra únicamente en la fama: “No es por la fama sino para ayudar a quienes más lo necesitan. La gente acude a mí por ayuda, como el caso de una chica que necesitaba una silla de ruedas tras haber quedado hemipléjica”.
Como estrategia dentro de la competencia, anticipó que buscaría aliados para avanzar lo más posible. Además, aseguró que su objetivo es mostrarse “sin filtros” y conquistar al público con su autenticidad.
Sus raíces y apoyo familiar
Ricky es hijo único, vive en Paraná -en la zona del Parque Urquiza-, aunque también viaja seguido a Buenos Aires para desarrollar su carrera profesional. Contó con el respaldo de su familia para encarar esta nueva oportunidad.
“Por ser entrerriano me caracterizo por la buena onda y humildad, no querer pisar la cabeza de nadie, y eso es lo que a los porteños les llama la atención”, reflexionó sobre su diferencial frente a otros competidores.
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