Las intensas lluvias que afectan desde hace una semana al estado de Rio Grande do Sul obligaron a evacuar a más de 9.000 personas. La región atraviesa otra emergencia climática, en medio de una ola de frío.
El número de víctimas por las inundaciones que azotan desde hace una semana al estado de Rio Grande do Sul, en el sur de Brasil, ascendió a cinco. Así lo informó este miércoles la Defensa Civil, tras confirmar la muerte de un hombre de 71 años que fue arrastrado por la corriente.
El hecho se registró en el municipio de Vera Cruz, donde la víctima falleció ahogada como consecuencia del desborde del río Pardo, uno de los cursos de agua más afectados por las lluvias.
Las autoridades reportaron además que al menos 9.000 personas fueron evacuadas en 155 municipios del estado, ante el avance del agua provocado por las precipitaciones intensas. La situación se agrava por la presencia de una masa de aire polar que instaló una ola de frío en la región.
O Rio Grande do Sul exatamente assim agora e eles achando que sobrevivem sozinhos. pic.twitter.com/zL2YFXii4a https://t.co/VwU5UhxfMk
— Yelw (@wIeyner) June 22, 2025
Desaparecidos y localidades bajo alerta
Además de los cinco fallecidos, una persona permanece desaparecida desde la semana pasada. Se trata de un individuo que fue visto por última vez en la ciudad de Candelaria, cuando el vehículo en el que se trasladaba fue arrastrado por la corriente.
Las condiciones meteorológicas adversas persisten y complican las tareas de rescate y asistencia a las poblaciones afectadas. Varios tramos de rutas permanecen intransitables, y hay localidades completamente aisladas.
La situación generó un despliegue de fuerzas de emergencia y ayuda humanitaria para atender a los damnificados. La Defensa Civil monitorea en tiempo real el comportamiento de los ríos y el pronóstico climático.
Región golpeada por crisis climáticas sucesivas
Rio Grande do Sul es una de las zonas más expuestas del país a fenómenos climáticos extremos. En los últimos años, ha experimentado una frecuencia cada vez mayor de tormentas, inundaciones y frentes fríos severos.
En mayo y junio de 2024, el estado atravesó la peor tragedia climática de su historia, con un saldo de 184 personas fallecidas, 23 desaparecidos y el 90 % de su territorio inundado. Aquella catástrofe aún deja secuelas visibles en gran parte de la infraestructura.
Las autoridades brasileñas insisten en que el cambio climático está detrás del agravamiento de estos eventos, y alertan sobre la necesidad de reforzar políticas de prevención, urbanización sustentable y respuesta ante emergencias.