

En lo que fue su mejor resultado desde que se convirtió en piloto titular de Alpine, Franco Colapinto finalizó en la 13ª posición del Gran Premio de Canadá. Sin embargo, lejos de conformarse, el joven piloto argentino expresó su frustración en conferencia de prensa al apuntar directamente contra su equipo por la estrategia implementada durante la carrera. “Fue un desastre”, lanzó, enojado por una decisión que, según él, lo dejó fuera de los puntos cuando el auto tenía potencial para más.
Colapinto, oriundo de Pilar, se mostró particularmente molesto por cómo se desarrolló la estrategia de paradas en boxes y cómo eso lo dejó atrapado detrás de rivales que luego frenaron deliberadamente su avance. “Estuvimos en la estrategia equivocada. No se podía pasar en la recta y nos complicó. Teníamos un buen auto para hoy, pero fue mala suerte cómo se dio todo. Creo que podríamos haber terminado en los puntos”, expresó.
A pesar del disgusto, el piloto argentino reconoció una leve mejoría general del monoplaza, aunque dejó en claro que el déficit en velocidad punta sigue siendo una gran preocupación. “Dimos un pasito para adelante, pero no estamos bien en las rectas. Ni con DRS ni con energía podemos pasar a nadie. Es complicado, pero hay que mirar lo que viene”, añadió pensando en las próximas citas: Austria y Gran Bretaña.
Críticas duras a la táctica de equipo
Durante su análisis, Franco Colapinto fue tajante con respecto a la estrategia que su equipo diseñó para él. Explicó que la parada temprana en boxes no fue el principal error, sino el tráfico generado por los compañeros de otros pilotos que lo frenaron deliberadamente para beneficiar a sus escuderías. “Fue una mala estrategia, la otra opción era mucho más rápida. Esa jugada táctica nos mató”, señaló con evidente enojo.
El argentino se refirió a una especie de “mini Mónaco”, en referencia a lo difícil que fue adelantar en pista. A su entender, varios competidores como Sainz, Ocon o Tsunoda lograron ganar posiciones tras parar más tarde y volver a pista con aire limpio, mientras él quedó atrapado detrás de autos más lentos.
En ese sentido, explicó que aunque sobre el papel la estrategia parecía válida, las condiciones reales de carrera la transformaron en un error grave: “No era una mala estrategia en el papel, pero al final, como se dio la carrera, fue un desastre. Una pena, era una buena oportunidad”.
A pesar de todo, se mostró optimista
Más allá de las críticas, Franco Colapinto trató de rescatar algunos aspectos positivos de un fin de semana que, en líneas generales, mostró mejoras en el rendimiento del auto. “Es súper positivo saber que estamos encontrando el rumbo. Hay que entender lo que pasa cuando no tengo confianza con el auto, pero este fue un paso adelante”, destacó.
Colapinto todavía no suma puntos en la temporada, pero su desempeño en Montreal refleja progresos con respecto a sus primeras carreras en la Fórmula 1. Las siguientes fechas serán claves para consolidar ese crecimiento, aunque el piloto ya dejó en claro que el equipo debe revisar su toma de decisiones estratégicas.
Mientras tanto, los fanáticos argentinos siguen ilusionados con el ascenso de una figura que, con apenas 21 años, ya se perfila como uno de los talentos más prometedores del automovilismo nacional en la máxima categoría. (Con información de La Nación)