En represalia por los bombardeos israelíes del viernes, Irán disparó una nueva oleada de misiles balísticos que causó daños en zonas residenciales de Tel Aviv y Jerusalén. La ONU pidió un alto al fuego y crece la tensión internacional.
Irán lanzó una nueva ofensiva de misiles balísticos contra Israel, durante la madrugada de este sábado, en respuesta a los bombardeos realizados por las fuerzas israelíes el viernes sobre más de 200 instalaciones militares y nucleares en territorio iraní. Según datos oficiales, los ataques previos causaron al menos 78 muertos y 320 heridos.
Fuentes diplomáticas informaron a Noticias Argentinas que las sirenas de alerta sonaron en Tel Aviv y Jerusalén a la 01:15 hora local. Minutos después, el Ejército israelí autorizó a la población a abandonar los refugios. A pesar de que varios misiles fueron interceptados, algunos lograron impactar en zonas residenciales, provocando incendios y explosiones. El saldo preliminar es de 34 personas heridas, entre ellas una mujer que murió a causa de las lesiones.
Desde Irán, la televisión estatal informó que los blancos del ataque fueron bases militares, centros logísticos e infraestructuras estratégicas en territorio israelí. Por su parte, en Tel Aviv se reportaron daños en edificios, cortes de internet y tareas de rescate por parte de los bomberos en la zona metropolitana.
El embajador israelí en Estados Unidos, Yechiel Leiter, sostuvo que “Israel no se está defendiendo solo a sí mismo, sino también a Occidente”, y advirtió que Irán dispone de un arsenal estimado en 2.000 misiles.
Una ofensiva sin precedentes
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, anunció que “vendrán más” ataques, y calificó la ofensiva lanzada contra Irán como “una de las más grandes de la historia militar israelí”. Según precisó, participaron 200 aviones en ataques dirigidos a plantas de enriquecimiento de uranio en Natanz, Isfahán y Fordow, además de dos bases militares ubicadas en el oeste y noroeste iraní.
El Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) confirmó la destrucción de una instalación clave en Natanz, aunque aseguró que no se registraron aumentos de radiación. Entre las víctimas del ataque se encuentran seis científicos nucleares y varios altos mandos militares iraníes, incluidos el jefe del Estado Mayor y comandantes de los Guardianes de la Revolución.
Mientras miles de personas se movilizaban en Teherán al grito de “Muerte a Israel, muerte a Estados Unidos”, una enfermera identificada como Khatira Abolfazli expresó: “Seguiremos respondiendo abrumadoramente con el apoyo de nuestro pueblo”.
Repercusiones globales
El secretario general de la ONU, António Guterres, instó a ambas partes a detener la violencia: “La paz y la diplomacia deben prevalecer”, expresó. No obstante, las negociaciones nucleares entre Irán y Estados Unidos, que iban a retomarse este domingo con mediación de Omán, quedaron suspendidas.
En paralelo, el presidente estadounidense Donald Trump conversó telefónicamente con Netanyahu y advirtió a Irán que debe alcanzar un nuevo acuerdo nuclear “o exponerse a represalias aún más brutales”.
La nueva escalada militar provocó la suspensión de vuelos comerciales, un aumento en los precios del petróleo y el refuerzo de medidas de seguridad en toda la región. Las bases estadounidenses permanecen en alerta máxima ante posibles ataques.
El conflicto entre Irán e Israel se encuentra en uno de sus puntos más críticos en décadas, con implicancias geopolíticas de alto alcance y creciente preocupación en la comunidad internacional.
