El Ministerio de Salud de Entre Ríos inició una capacitación en insulinización para equipos de salud y entregó sensores de monitoreo de glucosa a menores sin obra social. La inversión superó los 70 millones de pesos y se enmarca en el fortalecimiento del abordaje de enfermedades crónicas.
El Ministerio de Salud de Entre Ríos dio inicio a una formación provincial en insulinización destinada a profesionales de hospitales y centros de atención primaria que forman parte del Programa de Diabetes o atienden a pacientes que requieren insulina. La capacitación está dirigida a médicos, enfermeros y equipos de salud de toda la provincia.
La propuesta incluye cuatro encuentros virtuales, una jornada presencial programada para el 18 de junio y una evaluación final que se realizará en julio. La formación cuenta con certificación oficial y está a cargo de Julieta Méndez, responsable del Programa de Diabetes del Ministerio de Salud de la Nación, en conjunto con el equipo técnico provincial.
La referente del Programa de Diabetes y Factores de Riesgo Cardiovasculares de Entre Ríos, Pamela Vesco, detalló: “Tuvimos más de 700 inscriptos y una participación activa de profesionales de toda la provincia”. Según indicó, los contenidos abordan los tipos de insulina, técnicas de aplicación, condiciones de conservación, criterios para iniciar insulinización y protocolos de tratamiento.
“Esta formación permite unificar criterios y estandarizar tratamientos en todo el sistema de salud pública”, afirmó Vesco.
Como parte de la misma estrategia de fortalecimiento del abordaje de enfermedades crónicas no transmisibles, la cartera sanitaria provincial adquirió sensores de monitoreo continuo de glucosa intersticial. La compra representó una inversión de 70.012.800 pesos y está destinada a pacientes menores de 18 años sin cobertura social, que se encuentran nominalizados en el Programa de Diabetes.
Además, el viernes 30 de mayo se desarrolló una capacitación específica para personas con diabetes pediátrica que utilizan sensores FreeStyle Libre 2. Esta versión más moderna del dispositivo permite un control más eficaz de los niveles de glucosa en tiempo real. “Esta instancia busca asegurar un uso correcto del sensor, lo que impacta directamente en la calidad del tratamiento”, explicó Vesco.
La iniciativa forma parte de una política sanitaria integral orientada a mejorar la atención y el seguimiento de personas con enfermedades crónicas, particularmente aquellas en situación de vulnerabilidad.
