Se ofició este miércoles en la Catedral de Paraná, la Misa Crismal, supo Elonce. Es la homilía que se realiza cada año para bendecir los óleos utilizados por la Iglesia católica en ceremonias y para dar servicios a enfermos.
La solemne celebración eucarística en la Catedral de Paraná, se realizó este miércoles desde las 19, con la bendición de los óleos. Participaron los 120 sacerdotes que componen la diócesis.
Este Miércoles Santo, y en el pórtico del Triduo Pascual, la Iglesia -como acto central de la jornada- conmemora la Santa Misa Crismal.
En la misa crismal se renuevan las promesas sacerdotales y se hace la bendición de los óleos sagrados que al término de la misa los párrocos recogen para llevar a las parroquias y que se usarán en la administración de los sacramentos del Bautismo, Confirmación y la unción de los enfermos.
“La presencia del laicado hoy acompaña a los sacerdotes en esta celebración que tiene como contexto la bendición de los óleos y la consagración del Crisma, los aceites que serán usados en los distintos sacramentos. Ese rito que es la bendición de los óleos y la consagración del Crisma es lo que le da el nombre a esta celebración”, puso relevancia a Elonce el sacerdote Ignacio Patat.
Al mismo tiempo, hizo una reflexión respecto “del mensaje que nos trae Jesús en esta Pascua. Primero saber que esta pascua nos iguala a todos y que de alguna manera, este Jesús que esperamos en la resurrección, es algo que llega al corazón de todos”.
Además, dijo, “es un llamado a dos cosas, por un lado a darnos cuenta que involuntariamente hemos dejado a Dios de lado, en un mundo en dónde hemos callado la voz de Dios; esto ha despertado situaciones de violencia personal y de violencia comunitaria como lo vemos en la guerra. El desafío es volver a poner a Dios presente, en el centro de nuestra vida, para que pueda ser él el Señor de la historia y darnos cuenta que nada de lo que somos podemos pensarlo por la gracia de Dios. Y segundo, el tema de la paz, a la que no solo tenemos que pensarla por lo que está ocurriendo en Ucrania, sino también por la paz en el hogar, en las relaciones entre personas, en la vida social, en los contexto de vulnerabilidad que hoy nos toca vivir”.
La celebración eucarística fue presidida por Monseñor Juan Alberto Puiggari y estuvo presente el obispo emérito, Cardenal Estanislao Karlic.
“La de hoy es la mayor expresión de la eclesialidad: el obispo, con los presbíteros y los laicos”, puso relevancia.
Elonce.