Una fuerte polémica se está dando por estos días con Victoria Irouleguy. La marplatense podría estar sufriendo un trastorno alimenticio, producto de los días ociosos y el notorio aumento de peso desde que ingresó al reality.
La discusión sobre la salud de la “bebota” se dio en El Debate y en AM, donde se vieron imágenes reveladoras, en las que la joven de 18 años se inducía al vómito después de comer.
Según le contó su madre, Claudia Rosales, a Mariano Peluffo, Vicky “nunca vomitó en mi casa que me haya enterado. Siempre fue muy delgadita y tiene actividad física. No ha tomado medicación, porque yo siempre le lavo la ropa, le reviso las cosas, su teléfono. Me entero por lo que veo ahora. Si lo hacía en casa, no me di cuenta”, y mostró angustia y sorpresa luego de ver el primer video editado.
Peluffo también dialogó con la doctora Cecilia Kurganoff, psiquiatra que supervisa el reality, quien aclaró que Vicky no puede ser definida clínicamente como bulímica, y se mostró molesta y defendió su equipo de trabajo: “Victoria no come a escondidas, no se oculta para comer. Tampoco tiene una distorsión de su imagen corporal, ella sabe que aumentó de peso, no es que se ve gorda cuando está flaca. Pero también otras chicas aumentaron de peso dentro de la casa”, explicó, y agregó que “Está canalizando algunas cosas le pasan. Nosotros estamos trabajado con ella, tratando de que hable”.
En un shockeante video, la exuberante adolescente contó en la casa que no vomita todos los días, solo cuando se siente mal: “Ahora no me pasa todos los días. Tampoco es porque me veo gorda, es como que me auto agredo y no tiene que ser así… Supuestamente, algo me está pasando. Trato de no hacerlo, pero hay veces que es inevitable. Quizá como algo, después vuelvo a comer y me descompongo, entonces, para no sentir la molestia voy y lo hago”.
Ezequiel Tramannoni, el chico que más cerca está de la marplatense, y con quien habría tenido sexo, se mostró preocupado por la situación de Vicky y estuvo atento a ayudarla. Ella le confesó: “Como, me siento mal, voy y lo vomito, es corto. Afuera lo hacía de vez en cuando, nunca se lo conté a nadie de mi familia, nunca llegué al extremo de ser bulímica. No pasa por sentirme gorda”. (Exitoína)
