Efectivos de la Fuerza de Tarea Argentina 65, destinados en Chipre, peregrinaron junto a Mons. Olivera hasta la Plaza San Pedro, donde participaron de la Audiencia General y saludaron al Papa.
Efectivos de la Fuerza de Tarea Argentina 65 (FTA 65), recientemente llegados desde la República de Chipre, participaron de la audiencia general del miércoles 18 de junio en la Plaza San Pedro, donde se encontraron con el papa León XIV. Los militares estuvieron acompañados por su capellán, el presbítero Alejandro Salinas, y por el obispo castrense y de las Fuerzas Federales de Seguridad, monseñor Santiago Olivera, con quien peregrinaron juntos hacia el Vaticano.
El encuentro se produjo en el marco de la tradicional audiencia papal, en la que participaron cerca de 40.000 peregrinos de todo el mundo. La presencia argentina fue destacada no sólo por la prensa local, incluyendo periodistas de L'Osservatore Romano, sino también por el propio Santo Padre, quien valoró el papel de los efectivos en las misiones de paz.
Desde 1993, la Argentina integra de manera ininterrumpida la Fuerza de Paz de las Naciones Unidas en Chipre (UNFICYP), contribuyendo activamente a la preservación de la estabilidad en esa región. La FTA 65 representa la continuidad de ese compromiso argentino con la comunidad internacional.
Tras la audiencia, los efectivos pudieron saludar brevemente al Santo Padre, compartir unas palabras, e incluso tomarse algunas fotografías que inmortalizaron el momento. En diálogo con la prensa, monseñor Olivera expresó: "Con mucha alegría nos encontramos con Su Santidad León XIV hasta donde peregrinamos junto a nuestros fieles castrenses, militares argentinos en misión de Paz en Chipre. Nos ha entrevistado también la prensa, periodistas del L´Osservatore Romano, quienes valoraron el servicio a la paz que brindan nuestros efectivos en Chipre y su visita al Vaticano en especial en el tiempo del Jubileo de la Esperanza".
Durante la Audiencia, el papa León XIV se refirió especialmente al drama de la guerra: "El corazón de la Iglesia se desgarra por los gritos que se alzan desde los lugares de guerra. ¡No debemos acostumbrarnos a la guerra! En nombre de la dignidad humana y del derecho internacional, repito a los responsables lo que solía decir el papa Francisco: ¡la guerra es siempre una derrota! Y con Pío XII: 'Nada se pierde con la paz. Todo puede perderse con la guerra'".
Monseñor Olivera estuvo acompañado también por el presbítero Alberto Barda, capellán de la diócesis castrense en Italia, el Segundo Jefe de la FTA 65 junto a su esposa, y la hermana Laura Oliveri, de la Congregación Pobres Bonaerenses de San José. Esta última fue especialmente invitada por monseñor Olivera para representar a las religiosas que colaboran con la diócesis castrense en la Argentina, particularmente en el Hospital Central Militar. El obispo explicó al Santo Padre el servicio pastoral que la congregación realiza entre los efectivos militares.
"Fue un encuentro muy lindo, de mucha emoción, que fue compartido por todos", concluyó monseñor Olivera.
