REDACCIÓN ELONCE
Se encendió el fuego de los hornos en la Segunda Fiesta del Adobe en Nogoyá. Elonce dialogó con el autor de la canción oficial y con ladrilleros que se refirieron al esfuerzo diario detrás de un oficio ancestral que sostiene a cientos de familias.
La Segunda Fiesta del Adobe en Nogoyá abrió formalmente este viernes con el encendido del fuego de los hornos, un gesto simbólico que marca el inicio de una celebración profundamente arraigada en la identidad local. Elonce estuvo presente en el acto y conversó con los protagonistas de una jornada donde la cultura del adobe y el reconocimiento a los ladrilleros ocuparon el centro de la escena.
Esta edición presentará un acontecimiento especial: el estreno de la canción oficial de la fiesta, una obra compuesta por un ciudadano de Nogoyá para homenajear a quienes dedican su vida al trabajo de la tierra.
Una canción para la identidad ladrillera
El músico y autor César Ramírez explicó a Elonce que la composición nació como un tributo a la labor silenciosa y sacrificada de quienes moldean el barro día tras día. Para él, traducir la realidad ladrillera en versos fue un desafío artístico y emocional.
“Estuve escribiendo y haciendo la canción y voy a hablar desde un punto de vista poético, porque escribir en dos o tres renglones lo que es la vida de un ladrillero, no se puede hacer”, detalló.
Sin embargo, Ramírez destacó que la esencia del oficio se encuentra en el vínculo directo con la tierra. “Ellos en un trozo de barro encuentran la riqueza de la tierra para mantener su familia por generaciones. Eso es lo que tratamos de plasmar en una canción”, explicó.
La canción será estrenada el 13 de diciembre, durante el festival, y aspira a convertirse en un símbolo para la comunidad ladrillera. “Esa canción quedó como para que marque una identidad de ellos”, afirmó el autor.
El trabajo ladrillero: esfuerzo cotidiano y desafíos climáticos
La fiesta también fue espacio para visibilizar el sacrificio que requiere un oficio que combina destreza, paciencia y resistencia física. Uno de los trabajadores, Jorge Moreira, describió a Elonce el proceso de elaboración del adobe y las dificultades que atraviesan a lo largo del año.
Sobre los tiempos de cocción, explicó: “con el horno, lleva 4 o 5 horas según el tipo de tierra, si es dura, porque hay tierra que es más fría. Si la tierra es fría, al otro día tenés que abrirlo de vuelta para hacer otra carga de leña. Hay que tener paciencia”, resumió el trabajador.
Moreira detalló cómo es la rutina diaria: “Levantarse temprano, echar adobe, pisar el barro, echar tierra. Todos los días tenés algo que hacer”. Las condiciones climáticas pueden convertirse en un obstáculo decisivo: “En invierno es más duro, porque la helada complica. El frío te jode al adobe, lo vela. La helada lo rompe y el ladrillo no sale como querés”, dijo.
El trabajador contó que lleva toda una vida vinculada al oficio: “Trabajo acá desde chico, desde siempre, y cuando hice mi familia seguí con los ladrillos”, remarcó.
La fiesta y un barrio transformado
Moreira también remarcó el impacto social del Club del Chañar, que cumplió siete años y cuya presencia —dijo— cambió la dinámica del barrio. En ese contexto, consideró que la Fiesta del Adobe es una oportunidad para reforzar la identidad comunitaria.
“La fiesta del adobe es más que importante; es algo que nos representa a nosotros, los que hacemos el ladrillo”, aseguró a Elonce.
La celebración, además de promover el turismo local, busca resaltar el valor cultural de un oficio que se transmite de generación en generación y que forma parte del patrimonio vivo de Nogoyá.