La hija del cazador santafesino desaparecido en Villaguay en junio de 2024, contó que no hay avances en la causa. Pese a los rastrillajes y pericias, “no hay rastros, ni indicios, ni testigos”, afirmó Melisa.
ás de un año y cuatro meses pasaron desde que Enrique Fabiani, un hombre de 74 años oriundo de Santa Clara de Buena Vista (Santa Fe), fue visto por última vez en Entre Ríos. El cazador había viajado junto a su hijo y dos amigos a un campo del departamento Villaguay para realizar una jornada de caza. Desde aquel 4 de junio de 2024, nada se sabe de su paradero.
Su hija, Melisa Fabiani, aseguró que la familia continúa sin respuestas. “No hay ninguna novedad”, lamentó, en diálogo con Canal 4 Chajarí. Recordó que hace mes y medio mantuvieron una reunión con autoridades policiales y judiciales de Entre Ríos, donde se definieron nuevas medidas de búsqueda, aunque sin resultados.
Sospechas y dolor
Entre los elementos analizados en la investigación figura un cartucho de escopeta hallado durante uno de los rastrillajes. Sin embargo, Melisa sostiene que ese indicio genera más dudas que certezas. “Hicieron un nuevo rastrillaje en la zona donde habían encontrado el cartucho y descartaron que mi papá haya pasado por ahí. A ese cartucho lo plantaron, dio positivo, era de la escopeta de mi papá”, afirmó.
La joven manifestó su frustración por la falta de pruebas concretas. “Lamentablemente, no hay evidencia de nada. Solo la pericia del cartucho dio positivo. Rastrillajes, careos, testimonios, nada arroja información. Es muy frustrante, muy triste”, expresó.
Con el paso del tiempo, el silencio y la ausencia de resultados alimentan las sospechas de la familia. “Cuando no hay alguien que encubre, las personas aparecen; puede llevar tiempo, pero algo aparece. De mi papá no hay rastros, indicios, nada. Eso es lo raro, lo lleva a ser dudoso”, señaló Melisa, quien insistió en que el caso tiene características que lo hacen sospechoso de encubrimiento.
“La desaparición es un duelo infinito”
Además, planteó su deseo más profundo: “Ojalá mi papá aparezca en algún lugar del monte, muerto, y tener que salir a decir perdón por todo lo que fabulé y que mi papá solo se haya muerto en el monte sin ser encontrado. Pero los animales no comen ropa, botas”, dijo, subrayando que durante los operativos no se hallaron prendas ni objetos personales.
A más de un año del hecho, la familia Fabiani mantiene viva la esperanza de obtener una respuesta. “Solo queremos que alguien se anime a hablar y termine esta tortura que no tiene fin. La desaparición es un duelo infinito”, concluyó Melisa.
El caso continúa bajo investigación judicial en Entre Ríos, sin nuevas pistas ni avances concretos. En Santa Clara de Buena Vista, la comunidad acompaña a la familia, que mantiene firme el reclamo por verdad y justicia. (Con información Chajarí al Día)