REDACCIÓN ELONCE
El cónclave que se llevará a cabo el próximo 7 de mayo tendrá como tarea elegir al sucesor del papa Francisco, a lo cual el sacerdote Ariel Follonier manifestó: “Implica un cambio”.
Tras la muerte del Papa Francisco, el Vaticano ya confirmó la fecha del cónclave que elegirá al nuevo pontífice: será el próximo 7 de mayo. Ese día, los cardenales menores de 80 años ingresarán a la Capilla Sixtina para iniciar un proceso histórico, secreto y profundamente simbólico.
El cónclave es una tradición milenaria: se realiza a puertas cerradas, con inhibidores de señal, ventanas selladas y un estricto protocolo. Los cardenales votan hasta alcanzar una mayoría de dos tercios, y mientras tanto, el mundo espera señales. ¿Cuándo se sabrá el nombre del nuevo Papa? Sólo el humo lo dirá: negro si no hay acuerdo, blanco si ya hay elección.
La figura del Papa no es sólo espiritual. También tiene peso político y cultural a nivel global. En ese contexto, cabe preguntarse: ¿Qué perfil buscarán los cardenales para el próximo líder de la Iglesia?
Ariel Follonier, sacerdote y estudiante avanzado de derecho canónico, fue el invitado de El Ventilador, que se emite martes y jueves de 17:30 a 19:00 horas.
“El 21 de abril estaba en Concepción del Uruguay visitando a mi familia por unas cuestiones y me entero que el papa había muerto. Paso a cargar GNC y le digo al chico que me atendía ‘estoy sin jefe’ y me quedó mirando”, expuso en primer lugar sobre cómo se enteró del fallecimiento.
“En la estructura de la iglesia, el papa no es cualquiera para nosotros. Es la cabeza visible, es tu padre, tu guía y en mi caso que soy relativamente joven no he tenido tantos papas. Durante muchísimos años escuché a uno”, ahondó. Por tal motivo, sostuvo: “Para uno implica un cambio. Dentro de lo que significa la iglesia, el papa indica un norte pastoral y de conducción. Uno no lo mira con indiferencia”.
En el mismo sentido, dio a entender que “es difícil” saber quién va a ser el representante de Dios en la Tierra. “No se sabe qué están pensando los cardenales. Es cierto que, en este momento, en esta fase previa que forma parte del cónclave, que antes de comenzar formalmente, se reúnen en congregaciones generales, donde cada uno puede pedir la palabra. Hay una cierta similitud cuando los senadores o diputados dan una postura”, postuló.
Asimismo, refirió: “En este momento, en el Vaticano están las asambleas generales, donde cada uno da su mirada sobre qué iglesia, cuál es el momento histórico y qué puede decir a este momento histórico de la iglesia y qué perfil. Uno supone que, más que candidatearse, en el fondo es pedirle a Dios que nos muestre qué papa nos hace falta hoy”.
Acerca de los tipos de Sumos Pontífices que hubo en el Vaticano, indicó: “Los papas que hemos tenido, cada uno ha tenido un acento para el momento, es decir, Juan Pablo II cayó en el momento en el que estábamos en la Guerra Fría y fue un papa venido detrás del telón de acero. Él, a su manera, pudo hacer escuchar una voz que no se escuchaba. Fue una palabra en un mundo que estaba perseguido y dio un mensaje para eso. El papa Benedicto XVI, en un momento de desconfianza en lo que implica la fe o la razón, es el papa teólogo, a diferencia de Juan Pablo II, que era un papa filósofo. Nos hizo prestar atención a un punto determinante que es la atención a los excluidos. Forma parte del vocabulario de él las periferias, tanto locales como existenciales”.
Consultado sobre las reformas del papa Francisco continuarán a lo largo del tiempo, Follonier sostuvo: “Todo depende de qué quiera Dios iluminar al papa que venga. Es inevitable. Seguro en cuanto lo veamos aparecer, seguramente van a aparecer las teorías”.