El flamante jefe de la Policía de Entre Ríos, Claudio González, confesó a Elonce que la designación implica “un desafío y un aprendizaje cotidiano”. Repasó cuál fue la mediación que marcó su carrera y anticipó sus desafíos.
El flamante jefe de la Policía de Entre Ríos, Claudio González, confesó a Elonce que la designación implica “un desafío y un aprendizaje cotidiano”. De hecho, reveló que “al personal de Jefatura les planteé que uno no nace jefe de la Policía, pero cuando ingresa sí se prepara para tener la oportunidad de serlo”. “Hoy tuve la suerte llegar”, remarcó y agradeció el apoyo de su familia “porque la labor policial demanda las 24 horas del día durante los siete días de la semana”.
González tiene una extensa trayectoria en la Policía; es el comisario general (mayor rango en la fuerza) con más antigüedad y, muy respetado entre sus pares, entre los lugares de la Policía provincial por los que ha transitado se encuentran la Jefatura Departamental Paraná, la Policía Comunitaria, el Comando Radioeléctrico (actual División 911), la División Investigaciones de Paraná, y la subdirección de Operaciones y Seguridad.
González era el director de Institutos Policiales, el área que tiene a su cargo la Escuela de Oficiales y la de Agentes, cargo que ejerce hace cinco años. Es el funcionario que más tiempo estuvo en esta Dirección de la Plana Mayor.
Con 35 años de servicio en la fuerza, a Elonce ponderó que la Policía “evolucionó notablemente la formación del hombre y la mujer policía porque las condiciones de ingreso, las exigencias, los contenidos y las demandas son diferentes”. “Tratamos de estar a la altura de las circunstancias”, remarcó.
La mediación que marcó su carrera
Donde González tuvo un rol más conocido públicamente fue en su paso por el COE (Cuerpo de Operaciones Especiales), donde entre otras cosas era el negociador ante situaciones críticas, como toma de rehenes o, lo que era más frecuente, ante las personas que amenazaban con quitarse la vida.
Consultado por Elonce, el ex mediador policial rescató un caso en particular que ocurrió hace varios años atrás en Paraná. “Por un inconveniente familiar, un papá se había encerrado con su hijo -por situaciones que no vienen al caso- y, en un momento, en circunstancias de la negociación, el hombre empezó a hablar en árabe y el chiquito, que jamás lloró ni gritó, dijo `mi papá se está despidiendo´”, rememoró González.
Y continuó: “En ese momento, la resolución fue por el ingreso de la compañía de Operaciones Especiales, se neutralizó la amenaza y ambos quedaron con vida, pero el chiquito se desangraba y lo primero que dijo cuando salió fue `no le hagan nada a mi papá´”.
González rememoró que “el nene tenía cortes en todo su cuerpo” y –a punto de quebrarse al revivir tal episodio- recalcó: “El director del hospital confirmó, después, que el chiquito estuvo a dos minutos de desangrarse”.
“En la función uno no puede medir porque hace y trata de dar lo mejor; en mi carrera, muchas cosas salieron bien, pero también muchas cosas mal”, reconoció el ex mediador policial y ahora flamante jefe de la Policía entrerriana.
“Esto es como un edificio, si la base es buena y sustentable, se puede construir sobre eso y la Policía se viene construyendo con buenos cimientos, por eso destaco en el temor y el comentario sobre la calle, los que tenemos que salir a la calle somos nosotros”, sentenció. (Elonce)
