Este viernes se realizó el acto por el cual la calle 1639 de Paraná pasó a llamarse Luis Zoff, en homenaje al basquetbolista que falleció en 2019. “Ojalá que muchos deportistas tengan este reconocimiento”, dijo su hijo a Elonce.
Se realizó un acto en la cual la calle pública 1639 de Paraná pasó a llamarse Luis Zoff, en homenaje al basquetbolista fallecido en abril de 2019. Gloria de Echagüe, emblema del conjunto de Entre Ríos y con participación en la Selección Nacional, Zoff, dejó una huella imborrable en el deporte de Paraná.
“Fue un momento muy hermoso y muy fuerte. Al margen de los partidos ganados y las derrotas, la cosecha de mi papá fueron los amigos y eso se vio reflejado. Como hijo estoy muy orgullo del padre que fue y de todo lo que nos dio”, expresó a Elonce Leandro, su hijo.
Según contó, de su papá aprendió “el compromiso, la pasión en lo que me gusta, ser solidario con otro y muchos valores más que a lo largo de su vida me enseñó. Fue un humilde jugador de básquet que comenzó a los 15 años y a los 17 ya jugaba en primera. Tuvo la suerte de llegar a la Selección Argentina”.
Sobre la nueva calle, Leandro comentó que “estoy muy agradecido, ojalá que este reconocimiento lo tengan muchos deportistas y artistas. Es algo que se merecen por su esfuerzo”.
Su historia
Zoff fue una gloria del básquetbol entrerriano que comenzó su carrera en Echagüe de Paraná y tuvo su paso por la Selección Argentina, que disputó el Sudamericano 1969.
En las décadas del ´60 y ´70, fue junto a Mario Cipriani, una de las máxima figuras de Echagüe, lo que lo llevó a ser parte de la Selección de Entre Ríos y posteriormente, de la Selección Nacional.
Con apenas 15 años debutó en la Primera División de Echagüe en el Campeonato Entrerriano de Campeones. Participó de diversos seleccionados de Paraná y Entre Ríos, e integró la Selección Argentina de Básquetbol que disputó el Sudamericano 1969 en Montevideo.
"Me costó mucho hacer deporte, porque a los 13 años, cuando terminé la escuela primaria; empecé a trabajar de albañil. Lo hacía de 7 a 11, y de 14 a 18. De ahí, salía e iba a la escuela, cosa que hice muy poco porque era más lo que jugaba, que lo que estudiaba. Uno recuerda el sacrificio de hacer deporte, pero se recuerda con cariño", recordaba Zoff a este medio, en una entrevista en la que se mezclaban los recuerdos y el mate.