

REDACCIÓN ELONCE
El sindicato de trabajadores de control de admisión y permanencia, representado por Sebastián Miccelli, alertó sobre un incremento de violencia en los eventos nocturnos en la ciudad de Paraná. Esta situación ha provocado un malestar significativo dentro del gremio, debido a las presiones que enfrentan para cumplir con nuevas exigencias impuestas por las autoridades policiales. Según Miccelli, los eventos de violencia recientes, como los ocurridos en un boliche de la Costanera Baja, dieron lugar a una serie de medidas que afectan directamente a los trabajadores de seguridad privada.
"Estamos siendo perjudicados por algo en lo que no tuvimos nada que ver. Nosotros no estábamos en el evento donde ocurrió la violencia, pero ahora estamos perdiendo nuestras fuentes de trabajo", declaró Sebastián Miccelli, secretario general del Sindicato de Trabajadores Únicos de Control de Admisión y Permanencia de la República Argentina (SUTCAPRA). Este sindicato, con más de 20 años de trayectoria a nivel nacional, comenzó a movilizarse para pedir una resolución ante esta problemática, que, según afirman, pone en riesgo la estabilidad laboral de casi 30 trabajadores.
El impacto de las nuevas exigencias policiales: pérdida de empleo para los trabajadores

La situación comenzó a escalar cuando la policía de la comisaría octava de Paraná exigió a los propietarios de boliches que contrataran un mínimo de siete policías adicionales para las noches de los eventos. Esta medida fue percibida como un abuso por parte del sindicato, ya que los agentes deberían, según la ley, estar fuera de las áreas de control de eventos públicos y privados. "El policía no puede trabajar en la parte interna de un evento público privado según nuestra normativa vigente, que la ley nacional 26370 y la ley provincial 10517 establece claramente", explicó Miccelli.
La presión ejercida por las fuerzas de seguridad tuvo un impacto directo en los trabajadores de seguridad privada. Muchos dueños de boliches, para evitar conflictos con la policía, se hicieron obligados a prescindir de los servicios de los patovicas, como se les conoce coloquialmente, y ceder ante las nuevas exigencias. "Este fin de semana, casi 30 trabajadores no van a poder trabajar porque los dueños de los boliches no nos pueden contratar por la presión policial", detalló el líder sindical. La situación generó un clima de incertidumbre y malestar entre los trabajadores, quienes ahora se ven obligados a luchar por sus derechos laborales.
Acciones legales y audiencias: el sindicato busca soluciones
Ante esta situación, el sindicato ya comenzó a tomar medidas para proteger los derechos de sus miembros. "Lo primero que vamos a hacer es hacer público el tema, porque cuando las cosas se hacen públicas, las autoridades reaccionan más rápido", señaló Sebastián Miccelli. El sindicato busca convocar a una audiencia con las autoridades municipales y policiales para discutir posibles soluciones y frenar las medidas que están afectando a los trabajadores.
La audiencia está programada para la próxima semana, y Miccelli espera poder llegar a un acuerdo con las autoridades para asegurar que los trabajadores de seguridad privada puedan seguir desempeñando sus funciones sin tener que enfrentarse a exigencias que no corresponden. "Vamos a pedir una audiencia para hablar con el jefe departamental de policía, que es lo primero que corresponde. También estamos en contacto con las autoridades municipales", aseguró.