

REDACCIÓN ELONCE
Este fin de semana, el ya tradicional Festival de Teatro Callejero “Corriendo la Coneja” sigue conquistando el corazón de chicos y grandes en la emblemática Plaza Pocho Fontelles. En su edición 2025, el evento continúa demostrando por qué es uno de los espectáculos más esperados de la temporada. Con una propuesta llena de color, magia y emoción, la plaza se transforma en un espacio de encuentro para la comunidad, con un enfoque especial en las infancias, quienes disfrutan de una programación pensada para estimular su imaginación y sentidos.

La importancia de “Corriendo la Coneja” radica no solo en su capacidad para llevar el teatro a la calle, sino también en su dedicación exclusiva a las nuevas generaciones. Durante estos días, la plaza se llena de risas y aplausos, mientras los artistas locales y nacionales presentan obras pensadas para divertir, educar y emocionar a los más pequeños. Cada función busca ofrecer un momento de escape, de diversión, pero también de reflexión, invitando a los niños a descubrir el fascinante mundo de las artes escénicas.

Un Festival para las infancias
El nombre del festival hace alusión a un juego de palabras que simboliza el dinamismo y la alegría del evento. En cada rincón de la Plaza Pocho Fontelles, las historias cobran vida, y los niños se convierten en los principales protagonistas de un espectáculo único, interactivo y participativo. A través de las obras, los más chicos no solo son espectadores pasivos, sino que también se sienten parte del proceso creativo. Ya sea con la posibilidad de intervenir en las representaciones o simplemente por el contacto cercano con los artistas, los niños encuentran un espacio donde la fantasía no tiene límites.

Los títulos de las obras son tan variados como las edades de los asistentes. Desde divertidas comedias hasta historias que invitan a la reflexión sobre valores como la solidaridad, la diversidad o el cuidado del medio ambiente, todo se entrelaza en una programación que mantiene la atención de los pequeños sin perder la profundidad que caracteriza al teatro infantil de calidad.