REDACCIÓN ELONCE
El rescate de un caballo en el barrio Balbi movilizó a la Municipalidad de Paraná, la policía y voluntarios de la ONG Mi Reino por un Caballo. El animal se encontraba en grave estado de salud.
El rescate de un caballo en el barrio Balbi de Paraná este miércoles por la tarde visibilizó nuevamente el drama del maltrato animal en la ciudad.
El operativo fue coordinado por el área de Control Urbano de la Municipalidad, en conjunto con la policía local y la ONG “Mi Reino por un Caballo”, que recibió al equino herido en su predio de recuperación.
“En el día de hoy nos dan aviso de la situación de este animal. Control Urbano evaluó la situación ahí en el lugar y el animal ingresa a nuestro predio de recuperación después de una evaluación”, relató una voluntaria de la ONG. “Definitivamente está quebrado y tiene una gran congestión, por lo que tiene mucho fluido, mucho moco”, añadió.
El caso fue alertado por vecinos que notaron que el caballo no se movía. Esa rápida intervención fue clave para que las autoridades actuaran. “Siempre los casos son así. Por ahí es el vecino el que alerta sobre alguna situación que consideran rara, de que el animal no se levanta o que está lastimado”, explicó la voluntaria
Estado reservado y tratamiento costoso
El animal presenta un cuadro complicado: una fractura en una de sus patas delanteras y una infección respiratoria severa. “El pronóstico de este animalito es reservado, es decir, que la situación es grave. La vamos a pelear con él mientras él responda a los tratamientos”, indicó la voluntaria.
Además de la gravedad clínica, los costos del tratamiento son elevados. “Los tratamientos claramente son costosos, no solo por su quebradura, sino por su situación pulmonar también. No solo cuestiones veterinarias, sino también insumos, medicación y el costo de los doctores que están con nosotros”, detalló.
Para quienes deseen colaborar, desde la organización aclararon que no solo se aceptan transferencias de dinero, sino también insumos médicos. “Ocupamos algodón, gasa, guantes, jeringas, un montón de cosas que la gente puede llegar a tener más a mano o comprar en una farmacia”, explicaron desde la ONG.
Denuncias, conciencia y compromiso ciudadano
Con más de 30 voluntarios activos, Mi Reino por un Caballo realiza una labor fundamental en el rescate y rehabilitación de equinos en situación de abandono o maltrato. “No importa si es de día, si es de noche, si llueve, si hace frío”, dijo la joven.
La referente también hizo un llamado a la conciencia ciudadana: “Es importante que la gente entienda que el caballo no es un animal para estar en la ciudad. Tener un caballo implica un gasto y si yo no puedo enfrentar ese gasto, yo no tengo que tener un caballo”.