Damir González tiene 12 años y asiste a un curso de peluquería en Paraná. “Me gusta charlar con la gente y aprender a cortar”, contó entusiasmado. Su profesor lo definió como “una joya”.
En la ciudad de Paraná, un niño de tan solo 12 años sorprende por su entusiasmo, habilidad y compromiso con un oficio que lo apasiona. Damir González asiste desde hace tres meses a un curso de peluquería dictado por Marcelo Cáceres en su local “Urban Style”, y ya sueña con tener su propia barbería.
Marcelo Cáceres, quien lleva más de tres décadas en el rubro, decidió compartir su experiencia a través de cursos de formación. “Hace más de 30 años que estoy en peluquería, trabajé muchos años en la Asociación de Peluqueros y después empecé con distintos emprendimientos. Entre ellos, la enseñanza”, explicó.
El profesional señaló que en los últimos años la barbería tomó un gran protagonismo dentro del mundo del estilismo masculino. “Las modas van cambiando, y ahora se puso de moda todo lo relacionado a las barberías. En eso nos enfocamos, con técnicas actualizadas y mucha práctica”, dijo.
Damir, una promesa con tijera y máquina
Entre los alumnos que se capacitan con Cáceres, hay uno que se destaca no solo por su corta edad, sino por su talento: Damir González. “Es una joya. Aprende rapidísimo, detecta los errores y sabe cómo solucionarlos. Tiene una comprensión natural de lo que hace”, elogió su profesor.
Damir contó con entusiasmo de dónde surgió su pasión: “Mi tía es peluquera y siempre me gustó ver lo que hacía. Me encanta cortar el pelo, charlar con la gente y aprender”. Entre risas, agregó: “Si hablo mucho y cobro caro, que no se sorprendan”.
En estos tres meses ya aprendió a utilizar la máquina para cortes precisos. “Me gusta el pelo cortito”, dijo, mientras relataba que practica con su primo, quien se prestó como modelo. “Es muy bueno. Me pregunta si me va gustando, si me duele. Está en todos los detalles”, comentó el joven modelo familiar.
Pasión, aprendizaje y sueños
Además de la peluquería, Damir disfruta de jugar y mirar fútbol. Pero su vocación está cada vez más definida. “Sueño con tener mi propia peluquería”, expresó con una sonrisa.
“Ver a un niño tan enfocado y apasionado por este oficio es una gran alegría", concluyó Cáceres.