Modelos climáticos internacionales anticipan que la segunda mitad de agosto será clave para el desarrollo de ciclones tropicales en el Atlántico, marcando el inicio del pico de la temporada de huracanes 2025, prevista como superior a lo normal.
Según las últimas proyecciones del Centro Europeo de Pronósticos a Mediano Plazo (ECMWF) y otros modelos internacionales, la segunda mitad de agosto de 2025 será considerablemente más propicia para el desarrollo de ciclones tropicales en el Atlántico. Estos modelos coinciden en que la temporada de huracanes se activará pronto, marcando un punto de inflexión tras un inicio relativamente calmo.
La temporada de huracanes del Atlántico Norte 2025 está pronosticada como superior a lo normal por diversas agencias meteorológicas líderes, entre ellas la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) y la Universidad Estatal de Colorado (CSU). Este pronóstico se fundamenta en tres factores principales: la persistencia de condiciones neutras del fenómeno El Niño-Oscilación del Sur (ENSO), temperaturas anómalamente cálidas en el Atlántico y una cortante del viento vertical más débil de lo habitual.
Sin embargo, durante los meses de junio y julio, la temporada se mantuvo “bastante tranquila”, tal como se informó en el anterior reporte de Meteored Argentina. Esta aparente calma podría cambiar radicalmente en las próximas semanas, según anticipan los modelos de predicción climática.
Agosto inicia el pico histórico de actividad ciclónica
Aunque la temporada oficial se extiende del 1 de junio al 30 de noviembre, agosto marca tradicionalmente el inicio del pico histórico de actividad, que se extiende hasta mediados de octubre. Durante este período, las condiciones atmosféricas y oceánicas alcanzan su punto óptimo para la formación de ciclones tropicales, especialmente en el Atlántico tropical, el Mar Caribe y el Golfo de México.
Herramientas como el ECMWF, el Sistema Global de Pronóstico (GFS) y el mejorado Sistema de Análisis y Pronóstico de Huracanes (HAFS) de la NOAA están siendo clave para delinear las proyecciones. Estas plataformas permiten afinar las predicciones tanto en trayectoria como en intensidad.
Aun así, el comportamiento climático es complejo. Si bien hay condiciones favorables a gran escala, como aguas cálidas, cortante de viento débil y ENSO neutro, existen factores inhibidores que pueden influir localmente, como la presencia de polvo sahariano y zonas con cortante del viento más intensa, especialmente en el Caribe.
El auge de la actividad llegaría a partir de mediados de agosto
Durante el inicio de agosto, estos elementos inhibidores podrían limitar la actividad ciclónica. No obstante, los expertos coinciden en que “las condiciones se vuelvan cada vez más favorables para el desarrollo de ciclones tropicales a medida que avance el mes”. Esta combinación de elementos sugiere que la actividad no se distribuirá de forma uniforme, sino en picos, como se ha visto en años anteriores con temporadas activas.
De hecho, el modelo ECMWF muestra un inicio de agosto sin estallidos de actividad ciclónica, pero prevé un cambio significativo para mediados de mes. Las proyecciones indican un debilitamiento de los vientos en niveles superiores sobre el Atlántico tropical y el Caribe, una señal clara de que las tormentas tendrían más probabilidad de desarrollarse y fortalecerse.
También se menciona la influencia de la Oscilación Madden-Julian (MJO), un patrón atmosférico que favorece la formación organizada de ciclones. Las previsiones del Centro de Predicción Climática (CPC) de EE. UU. indican que este patrón podría reforzarse hacia mediados de mes, aumentando el potencial de formación en la Región Principal de Desarrollo (MDR).
Observación constante y preparación, claves para mitigar riesgos
Actualmente, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC), no hay ciclones tropicales formados en el Atlántico, Caribe o Golfo de México. Sin embargo, se está monitoreando una zona no tropical de baja presión frente a Carolina del Norte, con un 40 % de probabilidad de desarrollo en los próximos días, y una onda tropical en el Atlántico central que enfrenta condiciones poco favorables, con solo un 20 % de probabilidad de formación.
Por su parte, el CPC indicó una probabilidad del 20-40 % de actividad tropical cerca de Florida entre el 6 y el 12 de agosto, citando un aumento de la humedad y una reducción del polvo sahariano. Estos signos respaldan las proyecciones de un aumento de la actividad hacia la segunda mitad del mes.
“Esto implica que la actividad de la temporada podría no distribuirse de manera uniforme, sino que presentaría períodos de actividad intensa y otros momentos de calma, una característica observada en temporadas activas anteriores”. Por lo tanto, se alertó que, aunque el comienzo del mes sea relativamente tranquilo, es crucial no subestimar la temporada.
La advertencia es clara: “La observación de que agosto marca el comienzo de la parte más activa de la temporada de huracanes es fundamental para la planificación y la preparación”. Con una temporada superior a lo normal en el horizonte, mantenerse informado y preparado será más importante que nunca. Fuente: Meteored