El actor, que está en Mar del Plata trabajando en una comedia en la que las traiciones de amor están a la orden del día, describe la relación con su esposa y cuenta su visión del episodio con el esposo de Florencia Trinidad.
Es uno de los protagonistas de Sé Infiel sin Mirar con Quién, la comedia que se presenta de martes a domingo en el Teatro Provincial de Mar del Plata. Allí, Fabián Gianola comparte cartel con Carolina Papaleo, Dallys Ferreira, Matías Alé, Nicolás Scarpino, Alejandro Müller, Celina Rucci, Andrea Ghidone y Betty Villar; e interpreta a un hombre que sufre muchísimo, creyendo que su mujer está con otro hombre.
-¿Te fueron infiel y fuiste infiel?
-Si me fueron, yo no me enteré. He sido infiel muchas veces pero ha sido una decisión en momentos en los que no tenía compromiso. Cuando tuve un compromiso y estaba enamorado, con mi mujer, con hijos, fue diferente. Todo cambia porque hay mucho para perder. Pero pienso siempre que la infidelidad es una decisión. Tienen que ver muchas circunstancias. También no estoy diciendo nada nuevo, está la infidelidad del hecho físico y la de involucrarse con una persona.
-¿Creés que pensar en otra persona es también ser infiel?
-Tener la cabeza en otro lado, involucrarse, preocuparse por otra persona; eso es una verdadera infidelidad. El hecho de estar emocionalmente con alguien, consumado o no, es una traición al amor y la confianza que la otra persona te da a vos.
-Estás hace 25 años junto a tu mujer. Vos tenés un trabajo que incluye giras, temporadas, ¿cómo lo llevan?
-Con sacrificio, entendiendo que es un mismo proyecto, que estamos todos arriba del mismo barco. Yo estoy, como decía mi papá, dibujando la milanesa, que es trabajando. No me sobra nada, tengo un buen pasar. Tengo 50 años y 32 de profesión. Me va bien pero tengo que seguir. Ahora estamos todos tristes porque mi hija Camila (18) se va a estudiar Ingeniería Ambiental y Sustentable a México y yo estoy llorando por los rincones (se emociona). Pero bueno, es así, los hijos crecen y se tiene que ir... Estamos contentos porque es una decisión de ella y hay que dejarla volar.
-¿Hubieses preferido que te diga "papá, quiero ser actriz" y se quede acá?
-Ella canta espectacularmente bien, es una bestia. Estudió canto, piano, guitarra, composición (cuenta mientras muestra un video en el celular de su hija cantando). Compone sus propios temas pero, bueno, le agarró por otro lado. Es muy inteligente, abanderada.
-¿Y el más chico, Nicolás (14), ya te dijo qué quiere hacer?
-El más chico es licenciado en Play Station. Le va bien en el colegio pero ahí, punto. Es más de los amigos y el fútbol.
-¿Te cuesta el paso del tiempo, añorás el pasado?
-No, yo tengo mucha felicidad. Estoy en un muy buen momento porque tengo experiencia y me siento joven. Tengo laburo, estoy en un gran momento de mi carrera. Mi familia está divina, sana. Mi hija está con un proyecto increíble, la voy a extrañar porque se va a ir pero es parte de la vida. Yo sigo para adelante, tengo una actitud alegre frente a la vida.
-Volviendo al plano laboral, ¿es verdad que tuviste un encontronazo con tu compañera Celina Rucci?
-No, para nada. Celina es un sol, buena compañera. Pasó que el día del ensayo general hicimos dos pasadas, una a las cuatro de la tarde y otra a las ocho de la noche. La pasada de las cuatro era para empezar a esa hora y muchos llegamos a las tres de la tarde para arrancar puntuales. Cuando veo que Celina, Dallys Ferreyra, Alejandro Müller y Andrea Ghidone llegan a las cuatro, les digo: "¿Chicos, qué pasó?". Pero no pasó nada más. Les pregunté en un tono suave. Es más, vino Celina y nos dimos un abrazo y me dijo que se le había hecho tarde por ir a buscar unas cosas del vestuario. Después salió que se había armado escándalo y yo ni enterado.
-¿Qué hacés antes de salir al escenario?
-Yo me encomiendo a mi viejo: miro hacia arriba, como hacía él. Falleció cuando yo tenía 18 años, recién había salido del secundario y mi hermano estaba aún en el colegio. Yo lo acompañaba mucho al teatro y ese año había trabajado con él como asistente de dirección. Mi viejo siempre miraba las parrillas de los teatros donde van las luces; observaba cómo estaban hechas. Y yo, cada vez que estoy por estrenar, me encomiendo a él, mirando para arriba.
-Además del teatro, ¿en 2014 seguís con Los Grimaldi en Canal 9?
-Sí, ya firmé contrato para este año. Estoy feliz porque la paso bien, me divierto trabajando e interpreto un personaje con muchos matices; un chanta pero que también está enamorado. Es pobre y un vividor. Hago muchas escenas con Georgina Barbarossa, Diego Pérez, Nazarena Vélez y me muero de risa.
-¿Qué evaluás al momento de elegir un trabajo?
-En teatro siempre tengo posibilidades de optar, elegir es una palabra muy grande. Hablamos de optar en un medio muy chico, donde uno va buscando caer bien parado y hacer cosas dignas. En televisión muchas veces no tengo tantas posibilidades.
-¿En qué medio te sentís más cómodo?
-Yo me siento cómodo siempre pero es verdad que la actuación es una expresión que se basa en un trípode que está conformado por el actor, el autor y el público y, donde sólo está completo el trípode, es en el teatro. Pero a mí me encanta todo.
El episodio con Flor de la V
Durante 2013, Fabián volvió a la pantalla de Telefé, como integrante de La Pelu, con Florencia de la V. "Mi representante me dijo que era conveniente Telefé, más allá de que no era un programa en horario central ni una producción de Underground, era una forma de volver a un canal donde hace mucho tiempo no estaba y no sabía por qué", explica Gianola, que se fue en medio de una pelea con Florencia que, aún por estos días, sigue generando discordias.
-¿Volviste a hablar con ella?
-No, nunca hablé con ella. Nunca tuve la posibilidad de relacionarme con ella durante los seis meses que estuve en Telefé. Ella no me convocó, fue el canal y quizás eso fue un problema, no sé, es una suposición. Creo yo que ella no elegía el elenco, por lo que vi. No hubo relación y también debe ser responsabilidad mía. Llegó un momento en que dije: "Por favor, rescindime el contrato", y más cuando llegó el ofrecimiento de Nazarena para Los Grimaldi. Yo me fui tranquilo, sin estar enojado con nadie.
-¿Qué pasó con el cruce que tuviste con Pablo Goycochea, su marido?
-Nada de nada. Estaba cenando en un restaurante con mi hijo. Cuando salí, él estaba en la puerta y yo pasé por ahí. Pero nada más. Florencia estaba adentro, no sé qué le habrá dicho el marido. Yo soy un caballero y estaba con mi hijo.
-¿Y cómo quedaste con tus compañeros de elenco?
-Muy bien, con Nico Scarpino, claro, super bien. Hablamos todos los días y ahora trabajamos juntos. Es un pibe divino y un gran actor. El Turco Naím me escribió, Gladys y Nancy Gay me llamaron, Silvina Luna me mandó un mensaje hermoso. El elenco y gente de Telefé se portaron muy bien conmigo. No había más que explicar y me dejaron ir con muy buena onda. (Diario Popular)