El acuerdo termina con las medidas de fuerza en el sector, que amenazaban provocar un desabastecimiento parcial de medicamentos, ya que el próximo lunes vencía la conciliación obligatoria en el conflicto.
La Federación de Trabajadores de la Sanidad Argentina (FATSA) logró quebrar el techo que el gobierno busca imponer en paritarias, al lograr un aumento del 32% para la rama de droguerías.
El acuerdo termina con las medidas de fuerza en el sector, que amenazaban provocar un desabastecimiento parcial de medicamentos, ya que el próximo lunes vencía la conciliación obligatoria en el conflicto.
La FATSA logró el acuerdo en negociaciones que mantuvo en el Ministerio de Trabajo con representantes de la Asociación de Distribuidores de Especialidades Medicinales (ADEM).
El asesor legal de ADEM, Darío Díaz, dijo que el aumento se pagará en tres cuotas y llega a una mejora salarial del 32% y que beneficiará a casi 9 mil trabajadores de esa industria.
El aumento acordado se pagará con una primer cuota del 18% en julio y será retroactiva a mayo, otro del 9,9% a partir de agosto y un aumento adicional del 4,1% que se pagará en noviembre próximo.
Díaz informó que el aumento del 3% que el gobierno concedió para los precios de los medicamentos "ayudó a descomprimir la situación, pero es solamente un paliativo, porque la situación de fondo y los problemas de la industria persisten".
La FATSA postergó la otra negociación con las cámaras de la rama de laboratorios para la próxima semana al no lograrse un acercamiento entre las partes.
El gremio continúa manteniendo negociaciones salariales con la Cámara Industrial de Laboratorios Farmacéuticos Argentinos (CILFA), Cooperativa de Laboratorios Argentinos (COPERALA) y la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEMe) en la rama laboratorios, que en conjunto reúnen a más de 60 mil trabajadores.
El próximo martes vence la conciliación obligatoria, impuesta por el ministerio de Trabajo para evitar medidas de fuerza.
El sector patronal ofreció hasta el momento una mejora del 28 por ciento que fue rechazado por el gremio que reclama una recategorización, para mantener la diferencia porcentual entre categorías lo que eleva el reclamo salarial a más del 30 por ciento, según la categoría del trabajador.