El Senasa advirtió que mantener la tapa de aluminio en envases abiertos de yogur, queso crema o manteca puede favorecer la proliferación de bacterias y hongos.
Una práctica cotidiana en muchos hogares podría estar poniendo en riesgo la salud sin que lo notemos. El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) difundió una serie de recomendaciones sobre el correcto manejo y conservación de productos lácteos, como yogures, quesos untables y mantecas, tras ser abiertos.
Según el organismo, no es recomendable volver a cubrir los envases con la tapa de aluminio original una vez retirado el precinto de fábrica. Esto se debe a que, al abrir el producto, la tapa pierde su función de protección y sellado, y los restos de alimento que quedan adheridos a su superficie pueden favorecer el desarrollo de bacterias, hongos o moho, agentes que pueden causar enfermedades gastrointestinales.
“Una vez que abrís el envase del yogur, del queso crema o de la manteca, la tapa de aluminio pierde su función protectora y puede acumular microorganismos”, advirtió el Senasa en sus redes oficiales.
Cómo conservar correctamente los lácteos
El Senasa ofreció varias recomendaciones prácticas para evitar contaminaciones y prolongar la vida útil de los productos:
✅ Retirar completamente la tapa de aluminio una vez abierto el envase.
✅ Pasar el alimento a un recipiente hermético y guardarlo en la heladera, especialmente si el envase original no tiene tapa plástica.
✅ Si el producto tiene tapa plástica, cerrarlo bien y conservarlo refrigerado entre 2 y 5 °C.
🥄 Usar siempre cucharas limpias para servir o consumir, evitando el contacto directo con la boca o utensilios sucios.
Un hábito saludable que protege a toda la familia
Además se recuerda que la cadena de frío es clave para conservar los lácteos y que la exposición prolongada a temperatura ambiente acelera el crecimiento microbiano.
En caso de notar cambios de olor, sabor o textura, se recomienda no consumir el alimento y desecharlo inmediatamente.