Neurólogo recomendó "actividad física, dieta equilibrada, sociabilidad y fomentar el aprendizaje" para cuidar la mente

El 15 de junio se conmemoró el Día Mundial de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato a las Personas Mayores, poniendo atención en problemáticas que afectan a los adultos mayores, como la demencia, cuyo tipo más común es el Alzheimer.

Cada tres segundos, alguien en el mundo desarrolla esta enfermedad que afecta la memoria, el pensamiento y la autonomía. ¿Cómo actuar cuando la demencia aparece cerca? ¿Se puede prevenir o retrasar?

Aunque no tiene cura, hábitos saludables, vida social activa y estimulación mental pueden ayudar. La comprensión y el apoyo a quienes la padecen y sus cuidadores mejoran su calidad de vida. Hablar de demencia es también una forma de proteger los derechos de quienes más apoyo necesitan.

El tema fue debatido en el programa El Ventilador, que se emite martes y jueves a las 21.30 por Elonce.

Gastón Roude, médico neurólogo, explicó que “el mejor momento del cerebro es entre los 30 y 35 años. El cerebro envejece, tiene una tasa de atrofia de 0,1 o 0,2 por ciento anual. A los 40 ya tenemos que ponernos a pensar en serio en cómo cuidarlo. Hay que llevar adelante una dieta equilibrada, con bajo nivel de procesados; también estimularlo cognitivamente con, por ejemplo, ajedrez, aprendizaje de idiomas, instrumentos musicales, cosas que nos saquen de nuestro sitio de confort. Que sea algo que no tenga nada que ver con nuestra experiencia cotidiana”.

Indicó que el cerebro “se satura” y mencionó que existe “el síndrome de burnout, que es una sobrecarga neuronal, disminuye su capacidad y rendimiento”.

Respecto a qué es la demencia, dijo que “cubre un montón de enfermedades neurodegenerativas, que disminuyen la capacidad cerebral hasta el punto en que la persona no es autoválida. Una persona no puede tener demencia si sigue siendo válida. En el Alzheimer se acumula una sustancia que se llama amiloide que hace que la atrofia cerebral sea mucho mayor de lo que tendría que ser. El típico síntoma de Alzheimer es la alteración de la memoria. Igualmente, es una pérdida de mucho más que la memoria. Es parte, pero el cerebro es mucho más que nuestra memoria. Es nuestro juicio, nuestra capacidad de tomar decisiones, la ubicación en nosotros mismos, el lenguaje”.

Indicó que los tres factores que más se vinculan con evitar el deterioro cognitivo son: “la actividad física aeróbica, que lo reduce en un 40 por ciento; la sociabilidad, que lo reduce entre un 30 y un 40 por ciento; y el aprendizaje en cualquier forma. El concepto es generar nuevas neuronas. Las neuronas se regeneran y podemos generar nuevas células”.

“La demencia se puede revertir hasta el punto en que es irreversible. El declinamiento por supuesto que se revierte. El deterioro cognitivo leve también. Por definición, la demencia es un cuadro progresivo, crónico e irreversible, sino no es demencia. Por eso es tan importante para nosotros la prevención, es tratar de buscar la forma en que el declinamiento cognitivo se mantenga ahí o mejore”, remarcó.

Consultado respecto a si se detectan más casos de Alzheimer que antes, señaló: “es muy poco probable que una persona no llegue a los 75 u 80 años actualmente. Eso hace que, si uno toma la población general, el 10 por ciento a los 60 años tiene Alzheimer y el 40 por ciento lo tiene a los 80 años. Si tenés una población que se está envejeciendo, la tasa por lógica va a ser mayor. Ese es un factor. Que el nivel de procesados esté impactando es real, hay cada vez más evidencia. Cuanto más se saca el procesado de la dieta, esa regeneración se puede medir. Uno con resonancias funcionales puede medir regeneración. Falta la tasa clara de 10 o 20 años de estudio, que no la tenemos actualmente. Si uno le enseña un idioma a una persona, en un mes se modifica la estructura”.

Añadió que “la depresión es un factor importante, es un factor de riesgo para el Alzheimer y uno de los síntomas clásicos. Se hacen test para determinar esta cuestión. Hacemos un tratamiento con antidepresivos y vemos la respuesta que tiene, por lo tanto, no está comprobado que esos medicamentos afectan el proceso. Sí la depresión predispone, que tiene que ver con la disminución social. El depresivo tiene la tendencia a aislarse y eso aumenta la tasa”.

Ante cuadros de irreversibilidad de Alzheimer “lo que podemos hacer es que la velocidad de progresión sea menor. La medicación es un factor, pero no se ha demostrado que tengan un beneficio tan alto. Influyen, pero con muy poca expectativa de respuesta. Sabemos que, si los hacemos caminar, uno de cada dos va a responder. Si le damos un medicamento, uno de cada 10 va a responder”.

“Para el familiar el nivel de desgaste es indescriptible. Entender que el proceso es irreversible y la persona con Alzheimer no hace las cosas a propósito, es sumamente desgastante para el familiar porque típicamente la persona no pierde la inteligencia. Es una persona que no es autoválida pero puede manipular. El familiar debe buscar ayuda psicológica. Nadie está preparado para un familiar enfermo, no hay un librito”, agregó.

Dijo que “los suplementos no han demostrado gran beneficio. No es malo, pero tampoco se puede decir que sea bueno”.

Recomendó “ir a aprender algo en grupo, es importante el impacto social” y aclaró que “deterioro cognitivo propio de la edad no existe. Cuanto más grande sos tenés más riesgo, como el infarto de miocardio o la insuficiencia renal. Lo que influye es tener activo el nivel funcional del cerebro, la receta es usarlo con aprendizajes que te desafíen”. Elonce.com