La policía realizó un procedimiento en barrio Molinari de Paraná, en el marco de una causa que investiga el presunto suministro de medicamentos a una niña de 11 años.
En la tarde de este viernes, personal de Comisaría Octava de Paraná, junto con efectivos de la Comisaría de Minoridad, realizaron un procedimiento en el barrio Molinari, en el marco de una causa que investiga el presunto suministro indebido de medicamentos a una menor de edad.
El operativo, que incluyó un allanamiento y requisa personal, fue autorizado por la Jueza de Garantías, Dra. Natalia Céspedes, y se originó a partir de una denuncia radicada por un hombre de 30 años, padre de la menor involucrada.
El denunciante manifestó que su hija, de 11 años, había regresado recientemente de la casa materna con pastillas dentro de su mochila. Según indicó, no sería la primera vez que ocurre esta situación, lo cual despertó preocupación en torno a la posible intención de dañar la salud de la menor.
Ante estos antecedentes, las autoridades dispusieron la medida judicial en busca de elementos probatorios que permitan esclarecer los hechos denunciados.
Elementos secuestrados
Durante el procedimiento, la policía secuestró un teléfono celular marca Motorola modelo G40 y tres blísteres de medicamentos en comprimidos, los cuales fueron incorporados formalmente a la causa como evidencia.
Los remedios hallados fueron: Doxivet-C (doxiciclina 100 mg); Exibral 500 (divalproato sódico); y Valcas 500 (divalproato de sodio).
Para qué sirven
Doxivet-C (doxiciclina 100 mg):
Es un antibiótico de amplio espectro del grupo de las tetraciclinas. Se utiliza para tratar infecciones bacterianas como infecciones respiratorias, urinarias, de la piel y enfermedades transmitidas por garrapatas. Su uso debe ser bajo prescripción médica, ya que puede tener efectos adversos y contraindicaciones, especialmente en menores.
Exibral 500 / Valcas 500 (divalproato de sodio):
Ambos medicamentos contienen divalproato de sodio, un fármaco anticonvulsivo y estabilizador del ánimo. Se usa principalmente para tratar trastornos como epilepsia, trastorno bipolar y, en algunos casos, migrañas. Su administración en menores requiere control médico estricto, dado que puede provocar efectos secundarios importantes, incluidos alteraciones hepáticas, neurológicas o psiquiátricas.