REDACCIÓN ELONCE
Antonio Ramírez, de barrio Yatay, preparó su tradicional locro desde la 1 de la mañana y logró vender entre 120 y 140 porciones. En diálogo con Elonce, destacó que el secreto está en cocinar con “amor” y en mantener viva la herencia culinaria de su padre.
Como cada 1° de mayo, Antonio Ramírez, vecino del barrio Yatay de Paraná, preparó su tradicional locro para celebrar el Día del Trabajador. La cocción comenzó a la 1 de la madrugada y se extendió hasta las 8:30.
La elaboración de este plato lleva varias horas. “Tenés que preparar el chancho, aparte el maíz, esperar que hierva el agua, echar todo el maíz, después el chancho, y fijarte que no se pegue el maíz, tenés que estar al lado de la olla”, relató a Elonce.
Antonio no solo honra la costumbre sino también a su padre, a quien recuerda en cada jornada especial. “Siempre tengo presente a mi papá. Gracias a Dios lo que me inculcó él de la comida, de hacer como se hacen las cosas hoy. Lo aprendí a mi manera, porque jamás voy a igual lo que él hacía porque era un espectáculo, pero bueno, yo lo hago más o menos parecido”, expresó.
La venta fue todo un éxito. Antonio estimó que despachó entre 120 y 140 porciones.
Consultado por la receta del locro, indicó que la que hacía su padre “no la sé, porque se la llevó él. Yo lo miraba y lo hago más o menos parecido. Y hay que hacerlo con muchas ganas y amor te va a salir re bien”. Elonce.com