Si tenés un terreno y querés conservarlo en perfectas condiciones, entonces es imprescindible pensar un poco antes de comprar tu desmalezadora, atendiendo a las características básicas a considerar cuando hablamos de estas máquinas.
La desmalezadora es una de las máquinas clave para el tratamiento del suelo sembrado. Desde pequeños jardines hasta grandes superficies de campo, es indispensable contar con modelos adecuados de acuerdo a las necesidades de cada uno y, para eso, hay que hacerse un tiempo y ver cuáles son las opciones que prefiere el mercado, la forma de quedarse con la mejor alternativa.
El uso básico de la desmalezadora tiene que ver con el mantenimiento del suelo, y es clave para eliminar muchos de los elementos que atentan contra su buen estado, con la ventaja de que ese trabajo ha dejado de hacerse a mano, algo que se acostumbraba hasta hace casi un siglo.
Si tenés un terreno y querés conservarlo en perfectas condiciones, entonces es imprescindible pensar un poco antes de comprar tu desmalezadora, atendiendo a las características básicas a considerar cuando hablamos de estas máquinas, y por qué hay una para cada tipo de usuario.
¿Qué desmalezadora elegir?
Ésta es la pregunta inicial que seguramente te estás haciendo, y la respuesta es que “depende”. Depende de múltiples cuestiones, pero hay dos que destacan por sobre todas las demás. Evidentemente el presupuesto, pero también la utilización que vayas a darle al equipo.
Partiendo de esta base, se allana el camino para escoger la mejor desmalezadora, la más apta para realizar los trabajos que hagan falta sin exagerar en la inversión, pero además pensando a futuro.
Inmediatamente te pongas a analizar algunos de los fabricantes y modelos vas a ver que la próxima desmalezadora de última generación de tu colección seguramente tenga especificaciones técnicas mejoradas en comparación con tu vieja desmalezadora, y la adopción de tecnologías novedosas supone asimismo un desafío, porque tenés que interiorizarte en el tema para no dejarlas pasar.
Tipos de desmalezadoras según su alimentación
Lo primero que tenés que decidir es qué clase de desmalezadora te conviene según la alimentación, recordando que hay eléctricas, a batería y a combustible, siendo las últimas recomendables para tareas pesadas de campo, en las que es imposible recurrir a las dos primeras desmalezadoras.
Las eléctricas están pensadas para las labores hogareñas y no suelen salir de las casas, y la batería puede ser una salida que llame la atención pero es poco práctica si los esfuerzos son exigentes.
Si tu idea es mejorar la calidad del suelo en espacios amplios, te aconsejamos una a combustible. Vas a poder deshacerte de la vegetación dura sin problemas y sin perder tanto tiempo.
Dentro de la clasificación de desmalezadoras a combustible, por otro lado, tenés que fijarte en qué potencia tiene el motor, repasando la cilindrada y ajustándole a tus requerimientos en el campo. Generalmente, hoy en día se sugieren los motores 4T, más complejos pero más fuertes y útiles.
Zona a deforestar, vegetación...
Hecha la introducción anterior, no menos relevante es la zona a deforestar y la vegetación local. Siempre que puedas recorrer el lugar donde vas a pasar la desmalezadora, para de ese modo anticiparte al tipo de máquina que se necesita, evitando las sorpresas desagradables.
Como decíamos antes, no hay ningún punto en común entre quitar pasto alto en un jardincito con deshacerte de maleza en el campo, así que nunca compres una desmalezadora sin conocer bien dónde vas a pasarla. Si alguien puede prestarte una para comprobar su eficiencia, mejor aún.
Normalmente, en regiones donde se requieren capacidades profesionales de usuario y máquina, conviene ir directo a las desmalezadoras más avanzadas, esas que pueden deshacerse rápido, prácticamente sin obstáculos, de la vegetación más densa que no permite que se plantee.
... y frecuencia de uso
De más está decir que no es lo mismo utilizar la desmalezadora varias horas al día, todos los días, que hacerlo de vez en cuando, y cuanto más alta sea la frecuencia de uso más potente debe ser.
Básicamente, esto tiene que ver con un ahorro de dinero a futuro, porque al evitar que el motor funcione demasiado forzado a diario, las probabilidades de tener que reemplazarla pronto se reducen ostensiblemente. Lo ideal es que el motor trabaje tan relajado como se pueda.
Presupuesto, contemplando los accesorios
Puede ser redundante insistir en el asunto del presupuesto, porque es algo que a nadie se le escapa. Pero un error muy común y que podés cometer al comprar tu desmalezadora es pensar que sólo tenés que comprar la máquina, cuando hay una parte del presupuesto destinada a accesorios.
La buena noticia es que muchas desmalezadoras se venden incluyendo ya esos complementos, pero si vas a necesitar alguno en concreto y no lo trae, no podés quedarte sin plata para adquirirlo.
Asimismo, los accesorios tienen que ser siempre de distribuidores oficiales, porque las imitaciones pueden arruinar tu desmalezadora con el tiempo, y no tiene sentido sustituirla por ahorrar poco.
Pensá en el arnés, en los guantes, en los anteojos y hasta en los pantalones de seguridad.
En estos días de volatilidad de precios e incluso aumento de los mismos, la financiación en cuotas que brindan los fabricantes es una ventaja de portales como Agroads, reuniendo a comprador y vendedor para que intercambien sus desmalezadoras y otros artículos de campo de calidad.
No te olvides de la garantía
Independientemente de dónde vayas a comprar tu desmalezadora, la garantía es un factor diferencial para estar seguro de que el fabricante o vendedor va a hacerse cargo de cualquier potencial fallo. Tanto usadas como nuevas, no podés olvidarte de reclamar una garantía acorde al producto.
Hay leyes que protegen a los consumidores y en última instancia vas a poder acogerte a éstas, aunque reclamar antes la garantía va a impedir que tengas que lidiar con esos problemas.
que tengas que lidiar con esos problemas.