Muchos son los cambios que se están produciendo en relación a varios aspectos de la vida en sociedad. Y en este sentido, una de las cosas que parece estar redefiniéndose desde hace un tiempo, es la idea de la soltería.
Diversos estudios y estadísticas muestran que son cada vez más las personas que toman la decisión de pasar sus días sin una relación de pareja. Es decir, consideran que su bienestar y su felicidad no depende de a quién tengan a su lado.
De hecho,<b> un estudio de TGI de Ibope Media revela que en Argentina el 42% de la población se encuentra casada, a diferencia del 44% que está soltera.
Ahora bien, la idea de encontrar una pareja... ¿es una cuestión impuesta culturalmente o una necesidad innata del ser humano?
Y... ¿cuáles son entonces los fenómenos que han ido produciendo este cambio de tendencia?
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Si hace falta o no una "media naranja" es uno de los debates que se encienden entre discusiones de amigos, charlas y hasta en estudios sociológicos.
Lo cierto es que desde siglos pasados y hasta no hace mucho, eso de quedarse soltero no estaba para nada bien visto; y sobre todo si se trataba de mujeres.
Pero s<b>i antes ser soltero o soltera parecía ser una condición que se padecía, hoy muchas estadísticas demuestran que en varios casos se trata claramente de una elección.</b>
Por otra parte, la enorme proliferación y éxito de las aplicaciones para conocer personas y conseguir citas, en épocas donde la soltería cotiza en alza, es uno de los aspectos que para algunos marca una contradicción.
<b>Pero sociólogos y especialistas advierten que la soltería hoy no es el resultado de la imposibilidad de conocer a otras personas, sino la decisión del no compromiso con ella.
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Entonces... ¿qué aspectos del concepto "compromiso" se encuentra en mutación y cómo está cambiando eso la idea de pareja, familia e, incluso, diferentes aspectos de la organización social?
Si el mercado se adapta a los cambios sociales o los impone, es para muchos casi como la discusión del huevo o la gallina.
De todas formas... hay casos y casos.
<h5>¿Qué tan rápido se adapta la ley a estos cambios?</h5>
<b>Pero el hecho de que la mayor parte de las mujeres en la actualidad dispongan de una independencia económica, por su incorporación al mundo laboral, es para la gran mayoría un cambio que redefinió varios formatos.
Entre ellos, la idea de pareja y hasta de familia. La soltería se impuso y con ella nuevas formas y tendencias.</b>
Pero... ¿cómo se adaptó el mercado a ese cambio, qué cosas ofrece y cuáles impone?
Los solteros son hoy un segmento de la población muy preciado por la actividad comercial.
Diferentes estudios revelan que intentan mantenerse al día con los dispositivos electrónicos, desean viajar y conocer lugares exóticos.
Por otra parte, los especialistas aseguran que uno de los segmentos del mercado que se vio fuertemente modificado por estas nuevas tendencias, fue el inmobiliario.
De hecho, los departamentos de 1 y 2 ambientes son los que actualmente se venden más rápido en cualquier emprendimiento. Incluso, son muchas veces los más caros en relación al metro cuadrado.
Pero... ¿qué tan rápido se adapta la ley a estos cambios para regular y prevenir abusos?
<b>Estas nuevas modas y ofertas del mercado que atienen a una creciente demanda que se impone... ¿perjudican a quienes se encuentran por fuera de ese sector?
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De igual modo, todavía siguen siendo muchas las quejas de quienes pasan su vida sin formalizar parejas o familias. Señalan que son excluidos de créditos y buenos planes de seguridad social, por citar algunos ejemplos.
<b>Entonces... ¿qué aspectos de la vida en soltería todavía no atiende el mercado ni la legislación?
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<h5>"La media naranja es una relación tóxica"</h5>
<u>Ingrid Williams es Licenciada en Psicología, especialista en pareja y familia.</u> Es doctora en Psicoterapia Sistémica, Relacional y Familiar. "hablar de soltería ya tenemos que dejarlo de lado. Hablar de la situación e estar solteros, es una situación buscada. <b>Antes era como un pecado ser soltero. Si uno llegaba a los 25, si no 'conseguías algo' eras ya solterona, como decían antes". Recordó que antes "no había tecnología, los padres te controlaban, y el acto de ser conocido socialmente por el sexo opuesto era ir al Club Social, la mujer bajaba por las escaleras, la chica a los 15 años salía con su foto en el diario</b>, en donde se la presentaba en sociedad. Y eso era solo para la mujer".
"Se hacía eso y estabas como entregada al ser presentada en sociedad, para formar pareja con alguien. Esto ha cambiado", rememoró.
Indicó asimismo: "<b>Todos los cambios culturales, la forma de conseguir las cosas, la apertura mental, la amplitud con la que hoy vivimos, en poco tiempo ha cambiado demasiado. Hay cosas que no vamos a entender</b>".
<b>La situación de estar en pareja "es muy amplia". En el mismo sentido acotó: "Me parece que la onda es no definirse dentro de una función específica.</b> Estamos en un momento en donde uno puede elegir en dónde quiere estar, es libre de elegir, no se siente la presión social o el prejuicio de decir tengo una pareja homosexual, abierta, convivimos pero en casas separadas, está la opción de en vez de estar solos me busco otra opción".
<b>Comentó que "hay otro tipo de ceremonias que no son civiles ni religiosas. Hoy en día hay una amplitud de tipos de ceremonias, que van más allá de lo habitual. Hoy, creer en algo, con valores, con todo tu ser y tu persona. No se hacen cosas para quedar bien con alguien. Eso ya no está de moda. Hoy se es más sincero".
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"Se habla de conceptos pero lo fundamental es la relación en sí. ¿Qué es estar en pareja? ¿Qué me lleva a durar en el tiempo, como pareja?", resaltó.
Para la especialista "como lo que cada uno se definió es como cada uno se siente. Es lo válido".
Consideró que "·hay gente que necesita cierto marco para sentirse más seguro, y hay que trascender. Una cosa es aceptar y otra cosa es entender. Yo puedo no aceptar, pero comprendo.
"<b>Antes no existía irse solo de vacaciones, uno se iba en familia. Hoy, si uno quiere hacer un viaje, lo hace solo, con un amigo, si está casada, se va con las chicas; me parece fantástico. Eso te hace libre. </b>Yo estoy a favor de la pareja en cualquiera de sus manifestaciones, pero me parece que hay que trabajar sobre los grados de libertad que cada uno puede aceptar o no", consideró.
Al ser consultada sobre la expresión de "media naranja" dijo: "Nadie te tiene que completar. Uno viene completo. Hay muchos mitos que tenemos que dejar de lado. Las medias naranjas de antes son relaciones tóxicas".
"Si hay problemas no resueltos con apegos del pasado, con figuras significativas de la infancia, padres o personas que te hayan criados. Hay personas que puede soportar menos el tema de la soledad, si no han superado esas cuestiones. No es lo mismo estar solo que sentir la soledad. <b>Está bueno estar solo, no es bueno sentir la soledad. Hay que aprender a estar solos, porque venimos solos a este mundo, las decisiones más importantes de la vida las tomamos solos (el primer trabajo, si estudiamos o no), y nos vamos solos. Hacemos muchas cosas solos, más de las que creemos</b>", puso relevancia.
Apuntó asimismo que "la vida es un devenir entre el amor y la separación. O nos amamos, o nos estamos separando. Separación es cuando uno de los dos fallece, cuando uno se va a otro país, la jubilación, los chicos se van de casa. Tenemos que aprender a amar y también a separarnos, son dos grandes aprendizajes que tenemos que tener".
<b>Recordó que hoy "la gente se está casando menos, las cifras lo indican, es porque hay otro tipo de relaciones. Las personas están teniendo hijos de más grandes, se están casando de más grandes.</b> Es un tema social, económico. Está bien el que se casa, y el que no, también. Está bueno estar soletero, es fantástico que así sea".
<b>"Me parece terrible el término soltero, me parece un adjetivo", mencionó. </b>
Williams puso relevancia en "no poner como excusas los hijos" ya que "por los hijos, si la pareja no funciona, deben arreglar las cosas, hacer terapia, y si no se separan sanamente, por el bien de los chicos".
La especialista mencionó que "lo que se hace entre cuatro paredes, deja afuera los mandatos sociales. No lo ve nada, lo que queda, es el prejuicio interno. Cuando empiezan a salir de ese lugar de confort, del mandato y el prejuicio, empiezan a disfrutar de otra manera la vida, y les cambia la vida". Aportó que "generalmente las crisis de pareja empiezan a los cuatro o cinco años, y se terminan divorciando a los seis o siete".
"Cada cuatro años, les aconsejo a las parejas, que cambien algo. Que hagan proyectos juntos. Esto es en pos de la pareja, está bueno estar juntos, vivir de a dos, estar juntos, la forma legal no importa, es una elección. Un proyecto puede ser hacer un viaje, cambiar el auto, tener un hijo, modificar la casa, algo que involucre a los dos", resaltó.
<b>Del mismo modo, dijo: "Cuando aparece un problema se vuelve consciente, se vuelve síntoma. Los profesionales somos los que tenemos que hacerte consciente de lo que tenés que cambiar". </b>
<h5>"En una pareja tiene que haber unión, no competencia, hay que complementarse"</h5>
<u>Joaquín Müller</u>, de 26 años, expresó que "<b>estuve en pareja hasta hace poco. Primero estuve dos años de novio con otra chica. Soy abogado y hay que tener en cuenta que hay términos que por ahí son más estereotipados y que vienen del lenguaje jurídico: casado, divorciado, concubinato. El derecho siempre va atrás de la realidad entonces antes tenía que haber un divorcio con causa. Hoy en día el derecho busca agiornarse y se flexibiliza a los divorcios exprés</b>".
"En una pareja no tiene que haber patriarcado o matriarcado. <b>Tiene que ser una unión armoniosa derivada de los acuerdos, no tenemos que competir, tenemos que complementarnos. Dejamos de ser parejos cuando uno le quiere pisar la cabeza al otro, cuando se quieren quitar libertades</b>", comentó.
Asimismo, dijo que "creo que es importante el tema del compromiso. A veces uno se mete con alguien pero sin tanto compromiso. <b>Si uno quiere estar soltero se compromete, lo disfruta y demás. Incluso estando en pareja he hecho viajes solo porque partíamos de la confianza</b>".
"Creo que está bueno permitirse ser libre, seguir creciendo uno mismo por supuesto con el acuerdo. Cuando los límites no son sanos, se nos muestra un parámetro que nos indica que a la relación hay que revisarla", agregó.
<h5>"Con mi pareja no nos parece fundamental el tema del casamiento"</h5>
<u>Marianela Luongo</u>, indicó que "<b>estoy en concubinato. El proyecto de casamiento está latente pero se ha dilatado. Siempre hay otras prioridades y no nos parece fundamental. Somos felices</b>".
"Yo me casé y me divorcié. Tuve un hijo con esa pareja. En su momento pensamos en casarnos porque creímos que era lo mejor, porque venía un bebé en camino. Después nos dimos cuenta que no funcionaba, no cumplimos ni el año y nos separamos. Mi hijo tenía cuatro meses. Una separación no es fácil. Hoy tengo muy buena relación", señaló.
Asimismo, dijo que "<b>en ese momento pensé en que no por el bebé podía resignar mi felicidad. Esas cosas no son sanas</b>".
<h5>"A mí me gusta mucho la compañía, el compartir; si hay amor las cosas se solucionan"</h5>
<u>Natalia Sánchez</u>, de 30 años, explicó que "<b>soy soltera porque no estoy casada, pero estoy en concubinato. He estado soltera pero no mucho tiempo. A mí me gusta mucho la compañía, el compartir. Disfruto de mis momentos de hacer mis cosas, como así también disfruto de que mi pareja haga sus actividades. Soy muy Susanita</b>".
"Me casaría si me lo proponen pero en este momento estoy feliz conviviendo y lo único que me cambiaría es el título, una firma. Después es lo mismo. No me quedaría como algo pendiente casarme. Estamos bajo el mismo techo y hago vida de casada", señaló.
Asimismo, dijo que "<b>con mi pareja hace 10 meses que estamos conviviendo. Antes estuve como tres años saliendo con él, no era algo muy definido. Después me separé y estuvimos un año alejados y después volvimos. Ahora en la convivencia vemos cosas el uno del otro que en los años anteriores no lo sabíamos. Empiezan un poco más los roces. Se ve todo</b>".
"Hay que buscar diálogo, acuerdos, consensos. Hay ciertas reacciones que no sabíamos del uno y del otro. Creo que si hay amor las cosas se solucionan", agregó.
También manifestó que "<b>cuando estaba soltera mi círculo de amigas estaban casadas, en convivencia, con hijos hace mucho tiempo. Antes me sentía la solterona, tenía esa presión. Teníamos juntadas solas porque ellas tenían espacios individuales pero también estaban las juntadas en pareja en las cuales yo iba y me hacían sentir súper cómoda</b>".
<h5>"En este momento estoy muy bien sola, disfrutando otras cosas"</h5>
<u>Araceli Troncoso </u>contó: "Estoy divorciada desde hace cuatro años, estuve casada siete años y medio. Me case a los 20 años, muy enamorada. En este momento estoy muy bien sola, disfrutando otras cosas".
<b>"No está en mis planes casarme de vuelta. Por la fiesta sí lo haría. Hay gente que lo hace, que se casa por la fiesta", expresó.
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Asimismo, puntualizó: "Me pasa que los de mi grupo de amigos son más chicos que yo, por eso no siento eso que se dice que están todos casados. Con mi grupo de amigos salimos, nos divertimos. Y con las amigas que tengo que tienen pareja, pasamos momentos juntas solas y con las parejas".
<h5>"No somos parejos, quizá se podría llamar compañera, compañero, pero no pareja. Nacemos solos y nos vamos solos"</h5>
<u>Marianela Méndez Amore</u> se definió como "soltera sin apuro, sin concubinato ni nada. Sin compromisos desde hace bastante. Disfrutando de la libertad. ¿Qué significa estar soltero? Si uno está soltero, no tiene una pareja, pero eso no significa que no pueda ir a tomar algo con alguien, compartir momentos".
"Más allá del término civil, si estas casado, divorciado? ¿Por qué pareja si tenemos diferencias con el otro? No somos parejos, quizá se podría llamar compañera, compañero, pero no pareja. Nacemos solos y nos vamos solos", entendió.
<b>Consideró que "uno busca la autenticidad con lo que tu interior te va diciendo".
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"Al hablar de media naranja es como hablar de co dependencia. A la otra persona no la necesitas".
Asimismo consultó: "El tema de la biocodificación o lo de lo transgeneracional ¿tiene que ver con algo genético que uno va repitiendo o consciente?".
"<b>Está bueno ubicarse no como víctima por estar soltera, como que fuera una condena, sino que estoy soltera, que es algo transitorio, porque quiero estarlo</b>", aportó.
<h5>La opinión de los panelistas</h5>
<b>El periodista Javier Aragón</b>, indicó que "para mí esto de estar solteros sin apuros es una moda, no creo que dure más de 10 años. La familia entonces, ¿ya no es la célula de la sociedad? Yo estoy felizmente casado y no reniego de la felicidad de estar casado y tener mis dos hijas".
<b>El periodista Sebastián Martínez</b>, señaló que "el fenómeno existe, hay menos proyectos de personas que ven la felicidad en la pareja. Hay gente que ve la felicidad en estar solo. También cambió el concepto de familia. No es natural casarse, el amor es un acto político".
<b>El panelista Mariano Kohan</b>, manifestó que "la soltería es genética en mucha gente, yo nací soltero. La pareja es un invento cultural y muy reciente en la historia de la humanidad. Antes eran transacciones comerciales, acuerdos entre familias".
<b>El locutor Alejandro Abero</b>, remarcó que "se dio un cambio de generación. Si te endosaron la culpa en algún momento, sea la religión que sea, te terminás casando. Hay conceptos que no definen lo que realmente pasa".
<b>El conductor del programa, Lalo Foncea</b> expresó: "Este tema va más allá de si uno quiere estar en pareja o no, sino que se trata de un fenómeno que ha cambiado el ordenamiento social. La palabra soltero viene de 'suelto', que tiene que ver con la palabra libertad. Y si es posible estar en pareja y en libertad al mismo tiempo, lo tendríamos que discutir".
<b>La periodista Luz Alcain</b> destacó: "Somos un montón los solteros que estamos conviviendo durante años y que tenemos como una vida de casados". Por otra parte di "Me parece que estar solos, disfrutar de la soledad y aprender a convivir en pareja, también son un aprendizaje. Creo que estamos muy atravesados por los mandatos culturales".
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La periodista Ana Tepsich</b> entendió que se trata de "un cambio cultural, ya que cuando yo me casé uno quería formar una familia y eso era una formalidad. Las chicas hoy tienen otra forma de ver las cosas y tal vez dentro de bastantes más años de los que yo me casé, les vienen las ganas de casarse y tener hijos, o tal vez no".