Este viernes, cumplió 89 años, Blas Jaime, el último chaná parlante. “Quedamos muchos, pero yo soy el único que conserva el idioma, las costumbres y la historia”, dijo Blas a Elonce.
Este viernes, cumplió 89 años, Blas Jaime, el último chaná parlante. “Quedamos muchos, pero yo soy el único que conserva el idioma, las costumbres y la historia”, dijo Blas a Elonce.
El idioma chaná fue considerado extinguido desde el siglo XIX, pero se habría mantenido como lengua secreta entre mujeres. Por una serie de casualidades, el Sr. Blas Wilfredo Omar Jaime, nacido en 1934, es el último conocedor parcial de este código lingüístico.
Según contó Blas, el nació para ser cacique, es por eso que “fui instruido desde muy pequeño por los ante pasados míos que ya no enquisten y me enseñaron los 15 mil años de historia en América”.
Consultado sobre las tradiciones del pueblo chaná, manifestó que ”antes de que llegaran los blancos, el pueblo chaná vivía tranquilo, en paz, conservando las diferencias sociales, porque no se mesclaba la sangre de un linaje con el otro, por ejemplo, las mujeres superiores, no se podían poner en pareja con otros de su clase”.
“Vivíamos en un lugar de abundancia, con caza, pesca y sembradíos que no perjudicaban la naturaleza”, manifestó Blas.
Además, agregó: “Era un pueblo guerrero que vivía permanentemente atento y haciendo guardia en silencio, por eso nos llamaban los guerreros del silencio”.
“A los niños se les enseñaba desde muy pequeños a no llorar, lo que significa que yo todavía no he llorado en mis 89 años, tampoco he bailado ni me he arrodillado ante nadie mas que a dios; con todas estas costumbres vivíamos tranquilo, en paz y haciéndonos respetar de los otros pueblos”.
Al finalizar, Blas Jaime contó que “cada familia tenía su oficio, trenzaban cueros, sembraban, alfarería. Cada linaje tenia su grupo y su oficio”.