Los precios en hospedaje y comida en Florianópolis se mantienen en reales en relación a la temporada pasada. En comida se percibe la mayor diferencia respecto a nuestro país. Florianópolis espera a 1,5 millón de turistas.
La temporada de verano todavía no arrancó pero <b>a las playas de Florianópolis ya empezaron a llegar argentinos.</b> Y serán muchos más: según Valdir Walendowsky, presidente de Santur (Santa Catarina Turismo), <b>esperan recibir 1,5 millón de turistas de nuestro país, un 10% más que el año pasado</b>. El aumento de visitas tiene que ver con que veranear en Brasil será para los argentinos más accesible que el año pasado.
Los precios en hospedaje y comida en Florianópolis se mantienen en reales en relación a la temporada pasada. Y si bien para los argentinos aumentó en pesos, la suba fue mucho menor que la inflación en Argentina. Según datos del Banco Central, <b>comprar un real pasó de costar $ 4,70 el año pasado a 5,25 hoy</b>. Es decir que el incremento fue del 12%. Sin embargo, el Índice de Precios al Consumidor de la Ciudad de Buenos Aires (IPCBA) ubica la inflación interanual en casi el doble: 23,6%. De todos modos, a la hora de hacer las cuentas más finas, hay que saber que si se paga con tarjeta, el real puede quedar cerca de los $ 5,50, y si se busca cambiar pesos por "real billete" en Buenos Aires, la cotización puede estar un poco más arriba: el viernes un banco privado lo vendía a $ 5,80.
<b>Un dos ambientes o una habitación en una posada para cuatro personas se consigue desde 300 reales</b> ($ 1.575 según cotización oficial del real) la noche en enero. <b>Los tres ambientes, para hasta seis personas, parten de los 400 reales</b> ($ 2.100) la noche. Según Luis Vargas, dueño de la inmobiliaria Prosperare, "los valores aumentan cuando el alojamiento es frente al mar o en pleno centro y bajan en febrero". También cuentan con opciones más lujosas, <b>casas grandes con hasta 10 dormitorios, desde 1.000 reales</b> ($ 5.250) la noche. "Para fin de año y enero tenemos el 60% reservado. La primera quincena vienen muchos grupos de amigos, la segunda, más familias", explica Vargas que dice que el 90% de los que visitan Florianópolis en enero son argentinos.
La opción más económica para el primer mes del año en un hotel ubicado a menos de una cuadra del mar, <b>en Joaquina, cuesta 240 reales para dos ($ 1.260) la noche</b>. Y existe la posibilidad de pagar un adicional de 60 reales por niño ($ 315). Parar en un camping, para los que van en plan gasolero, sale 40 reales ($ 210) la noche por persona.
En comida, hay propuestas para todos los bolsillos. <b>Pizza, pasta y ensalada libre con gaseosa incluida cuesta 20 reales ($ 105) por persona</b> en el restaurante Villa Di Roma, <b>en Canasvieiras</b>. La especialidad del parador de la playa Aldeia dos Piratas, una merluza con salsa de camarones para compartir, está 85 reales ($ 446). Acompañarla con una caipiriña sale $ 12 reales ($ 63). <b>En Joaquina, una hamburguesa con papas fritas está 16 reales ($ 84)</b>. Y en Barra da Lagoa ofrecen jugos naturales y cervezas por 8 reales ($ 42). Comprar carne y carbón en el supermercado para hacer un asado para cuatro sale 55 reales ($ 289).
Lorena es una de las que insiste en que <b>los precios para comer en Florianópolis están accesibles</b>. "Me encontré con buenas promos, desde 15 reales por persona", asegura. Cuenta que elige el sur de Brasil desde hace 13 años: "Me encanta la variedad de playas y que la temperatura siempre sea agradable. Además, falo un poco de portugués". Es fanática de Florianópolis. "Mi nena rindió el último examen del cole y nos vinimos. Canasvieiras me encanta, paraba acá cuando estaba embarazada de Lucía", recuerda.
Para Javier y Adriana, que viajaron desde Córdoba en micro, estas vacaciones son especiales. "Estamos muy contentos. En este paseo nuestras hijas conocieron el mar", comparte Adriana. Y cuenta que <b>la comida es más barata que en Argentina y que la ropa está a la mitad de precio</b>.
En Joaquina, las mendocinas Belén Ganem (29), Florencia Oropel (24) y Florencia Jofré (25), toman sol. "Llegamos hace una semana y planeamos quedarnos toda la temporada. La idea es trabajar, estamos pensando en vender comida en la playa", cuenta Belén. Y agrega: "Queremos desconectarnos, conocer gente, aprender el idioma y aprovechar el verano cerca del mar". <i>(Clarín)</i>