REDACCIÓN ELONCE
El Gobierno avanza con modificaciones en las condiciones laborales que generan incertidumbre y controversia.
En un contexto económico complejo donde los salarios siguen perdiendo terreno frente a la inflación, el Gobierno nacional ha comenzado a implementar nuevas medidas en la política laboral que han generado amplio debate. La principal preocupación gira en torno a la imposición de topes salariales y la decisión de no homologar ciertos acuerdos, como el reciente pacto alcanzado por los empleados de comercio. Esta postura pone en duda la efectividad de las paritarias, un mecanismo tradicionalmente utilizado para acordar aumentos salariales en distintos sectores.
El Gobierno optó por no homologar el acuerdo pactado entre los sindicatos y las cámaras empresarias del sector comercial, lo que genera un clima de incertidumbre para los trabajadores que habían esperado un incremento salarial acorde con la inflación. En este escenario, surge una pregunta central: ¿será esta una modernización del sistema laboral o un intento por debilitar los derechos laborales establecidos a lo largo de los años? Si bien las autoridades argumentan que la medida busca reducir los costos laborales y dar mayor previsibilidad a los empleadores, muchos cuestionan si esto podría afectar negativamente las condiciones de los trabajadores.
Transformación profunda en las indemnizaciones
Una de las transformaciones más profundas dentro de la reforma laboral consiste en la posibilidad de reemplazar el sistema tradicional de indemnizaciones por despido por fondos de inversión que funcionen en el mercado de capitales. En este nuevo esquema, los trabajadores recibirían un fondo de inversión en lugar de una indemnización directa en caso de ser despedidos. Según el Gobierno, esta medida tiene como objetivo disminuir el costo laboral y otorgar mayor previsibilidad a las empresas, pero también abre un debate sobre el impacto real en los derechos de los empleados.
Jorge Gogniat, abogado laboralista, expresó su preocupación sobre los cambios, destacando que es difícil prever el futuro de este modelo. "No lo había visto nunca antes a esto, no sé cómo va a terminar. Pero, independientemente de la homologación o no, si por un lado los sindicatos y, por otro, las cámaras empresarias han acordado este aumento. Estoy en conocimiento de que muchas empresas ya han desembolsado o van a empezar a desembolsar parte del pago a cuentas de este acuerdo que han hecho con los sindicatos", señaló. En cuanto a la homologación, el experto destacó que, aunque el Estado decida no homologar ciertos acuerdos, la previsibilidad para el trabajador no se verá alterada: "Desde mi punto de vista, la homologación o no del Estado no le va a otorgar mayor previsibilidad al trabajador", afirmó.
La incertidumbre sobre el futuro de los derechos laborales
En cuanto al régimen de indemnizaciones, Gogniat subraya que hasta el momento no ha habido cambios significativos, salvo la derogación de las indemnizaciones correspondientes al trabajo no registrado. "Hasta ahora, del régimen de indemnizaciones no se ha modificado, con la salvedad de que sí se derogaron una serie importante de indemnizaciones que estaba previsto para el trabajo no registrado", destacó. Sin embargo, el nuevo sistema propuesto, que incluye fondos de inversión para la cesantía laboral, sigue generando incertidumbre.
El abogado señala que la creación de estos fondos de inversión aún no es obligatoria, lo que permitirá que empresas y sindicatos decidan si adoptan o no esta modalidad. "La Comisión Nacional de Valores ha hecho una convocatoria para que se aporten ideas y sugerencias y se participe en estos futuros fondos de cese laboral, que recordemos, no son obligatorios hasta ahora", detalló. A pesar de la falta de obligatoriedad, las implicancias de este cambio aún son inciertas, y algunos actores del sector laboral temen que este modelo termine perjudicando los derechos de los trabajadores en lugar de mejorarlos.
Desafíos y propuestas para mejorar el empleo
Gogniat, si bien reconoce la importancia de generar empleo en un contexto económico donde la falta de trabajo registrado es un problema crítico, se muestra escéptico respecto de que las nuevas medidas sean la solución. "Todo lo que conlleve a generar puestos de trabajo debe ser bienvenido porque sin dudas entre el trabajo no registrado y la falta de trabajo tenemos un índice muy importante", comentó. Sin embargo, recalca que ni las reformas actuales ni las que se proponen parecen ser la respuesta adecuada.
El abogado laboralista subraya la necesidad de políticas activas para fomentar el empleo, como la reducción de los aportes que los empresarios deben realizar al sistema de seguridad social, lo que permitiría un alivio para las empresas. "Lo principal sería hacer una reducción drástica de los aportes de los empresarios al sistema para que lo soporte sea la Nación con la pérdida de ganancia de impuestos, pero no el trabajador renunciando a indemnizaciones", propuso. Esta medida permitiría, en su opinión, estimular la creación de empleo genuino sin que los trabajadores deban ceder derechos adquiridos a lo largo de los años.
Finalmente, Gogniat cerró su intervención con una reflexión sobre el futuro del sistema laboral argentino: "Todas estas medidas tienden a pulverizar 40, 50 o 60 años de derechos que se consiguieron". Por tal motivo, insistió en la necesidad de "dar una mano para generar puestos genuinos de trabajo" sin sacrificar las condiciones laborales que han sido fundamentales para la protección del trabajador.
