REDACCIÓN ELONCE
Con una colonia de verano que combina deporte, naturaleza y aprendizaje, la Escuela de Canotaje propone vivir las vacaciones en el río y vuelve a posicionarse como una de las opciones más elegidas por chicos y adolescentes durante el receso estival.
En pleno verano y con jornadas a puro sol, la Escuela Municipal de Canotaje de Paraná inició su colonia que ya alcanzó el total de sus cupos y reúne a decenas de participantes en actividades acuáticas pensadas para disfrutar y aprender en contacto directo con la naturaleza.
La iniciativa está a cargo de un equipo de instructores especializados que organiza grupos por edades y niveles de experiencia. En apenas un día y medio, la convocatoria superó todas las expectativas, confirmando el creciente interés por las actividades náuticas como alternativa recreativa y formativa durante las vacaciones escolares.
Pablo Tablado, uno de los referentes del proyecto, explicó el espíritu de la colonia y su rápida aceptación: “Iniciamos con SUP y canotaje. Gran cantidad de chicos, divididos en varios grupos. Nos estamos acomodando. Los cupos están cerrados, se llenaron en un día y medio. Son alrededor de 60 participantes”.
Organización, aprendizaje y seguridad en el río
El trabajo diario se centra en una planificación progresiva que prioriza la integración y el conocimiento mutuo antes de avanzar en técnicas más complejas. “Primero nos tenemos que conocer. Después vamos a hacer distintas actividades con cada grupo. Vamos a usar piraguas. A medida que los chicos agarren experiencia, empezamos con kayak”, detalló el profesor.
Uno de los ejes fundamentales es la convivencia entre quienes recién se inician y aquellos que ya tienen recorrido en el agua. “Tratamos que los nuevos se junten con los que ya vienen, así mezclamos experiencia con juventud”, señaló el instructor, destacando el valor del aprendizaje colectivo y el compañerismo.
La propuesta también busca fortalecer el vínculo con el entorno natural. “La idea es disfrutar del deporte en verano y conocer el río; por suerte nos están tocando días lindos”, afirmó Tablado, subrayando la importancia de respetar y comprender el espacio donde se desarrollan las actividades.
La voz de los chicos y la experiencia que se repite
Entre los participantes, el entusiasmo es evidente. Iorana, de 15 años, contó su experiencia personal. “Empecé en diciembre de 2022, vine todos los veranos; durante el año no puedo venir por la escuela. No hay que tenerle miedo al río, lo importante es usar chaleco, hacerle caso al profe y saber nadar”.
Testimonios como el suyo reflejan por qué la escuela de canotaje propone las vacaciones en el río como una experiencia que combina diversión, aprendizaje y seguridad, consolidándose año tras año como un clásico del verano para muchas familias.