Una investigación publicada en la International Journal of Biometeorology señala que, en tres de cuatro escenarios climáticos proyectados, una provincia dejaría de ser apta para la producción de yerba mate
Advierten que el norte argentino perdería aptitud para cultivar yerba mate. Un artículo académico recientemente publicado por la International Journal of Biometeorology reveló una proyección inquietante para la economía de Misiones.
El paper, titulado “Zonificación Climática de la Yerba Mate y Proyecciones de Cambio Climático: Un Enfoque CMIP6”, anticipa que el cambio climático provocaría una reducción significativa en las áreas consideradas aptas para el cultivo de yerba mate.
Según la investigación, en tres de los cuatro escenarios planteados a partir del año 2081, Misiones perdería su aptitud para el cultivo de la ilex paraguariensis, como consecuencia del aumento de la temperatura y la reducción de las precipitaciones.
El trabajo, firmado por los investigadores Guilherme Botega Torsoni, Lucas Eduardo de Oliveira Aparecido, Pedro Antonio Lorençone, João Antonio Lorençone, Rafael Fausto de Lima y Glauco de Souza Rolim, utilizó proyecciones del modelo CMIP6 para analizar cómo los cambios en el clima podrían impactar sobre el cultivo de yerba mate.
La importancia del modelo climático CMIP6
“Dado su significado económico y sociocultural, es fundamental comprender cómo el cambio climático podría influir en la producción y distribución de la yerba mate. El modelo CMIP6 ofrece información sobre las condiciones futuras, señalando áreas que son propicias o adversas para el cultivo de yerba mate”, señala el trabajo académico.
Los autores remarcan que un entorno propicio para el crecimiento de la yerba mate requiere temperaturas promedio de entre 21 y 25 grados centígrados y una precipitación mínima de 1.200 milímetros por ciclo.
“El cambio climático global, resultado de actividades humanas y del incremento en concentraciones de gases de efecto invernadero, ha impactado los patrones climáticos en varias regiones del mundo. Estos cambios pueden afectar directamente la distribución geográfica y la productividad de los cultivos, incluida la yerba mate”, advierte el artículo.
Escenarios proyectados y limitaciones
En el estudio se presentan cuatro escenarios posibles, desde el más optimista hasta el más pesimista, que revelan cómo quedarían distribuidas las áreas aptas para el cultivo de yerba mate entre 2081 y 2100. En color verde se muestran las zonas favorables, en violeta las relativamente favorables y en amarillo las desfavorables.
En todos los casos proyectados se nota una reducción en las áreas aptas para el cultivo. El artículo aclara, sin embargo, que el análisis se centra únicamente en la dimensión climática, que es necesaria pero no suficiente para el desarrollo de la producción.
Por ello, varias áreas que en los mapas aparecen como aptas podrían no serlo en la práctica, ya que factores como el tipo de suelo u otras condiciones agronómicas también resultan determinantes. En consecuencia, la situación real podría ser aún más crítica de lo que reflejan las proyecciones del estudio. (Con información de Misiones online)