"Kilómetro 11", es uno de los himnos del chamamé y en las últimas horas, un artista sorprendió con una versión distinta del clásico de Mario del Tránsito Cocomarola. Hizo una original interpretación, tocada con botellas de vidrio. El video de cómo suena.
Mario Vejero tocó "Kilómetro 11", de Mario del Tránsito Cocomarola, con botellas de vidrio que emitieron diferentes notas. El video circuló en TikTok, donde se viralizó. "La música es parte de la vida", expresó el artista.
La obra elegida, compuesta en 1940 por Cocomarola junto con Constante Aguer, se considera uno de los himnos del chamamé. Vejero rindió homenaje al compositor y llevó el género a nuevos públicos a través de las redes. También cuenta con interpretaciones de otros músicos.
Sobre “El Taita” del chamamé
Mario del Tránsito Cocomarola nació en San Cosme (Corrientes) el 15 de agosto de 1918. Fue un músico y folklorista reconocido en el país, una de las más influyentes figuras del chamamé. Entre su amplio repertorio, que ronda las 400 composiciones, se incluyen algunos clásicos como: “Kilómetro 11”, “Puente Pexoa”, “Rincón dichoso” y “Retorno”.
Su amplia capacidad musical lo llevó a integrar varios conjuntos musicales, como “Los hijos de Corrientes”, el “Trío típico Correntino”, “Los Kunumí” y el “Trío Taragüí”. En 1942 grabó su primer disco en el sello Odeón, que luego sería el puntapié inicial de una larga carrera como solista, que se prolongaría hasta el año de su muerte.
Durante ésta larga carrera, “El Taita” tocó junto a todas las grandes figuras del género, entre ellas: Roque L. González, Juan Ayala, Antonio Niz, el dúo Verón-Palacios, el dúo Vera-Lucero, el Trío Lisardo Cáceres-Evaristo Reyes-Hipólito Argentino Vargas; así como también junto a cantores de la talla de Gregorio Molina, Julio Godoy, Luis Soloaga, Ireneo Ramírez, Carlos Ramírez, Elpidio Verón Miño, Juan Ojeda y Alfredo Alejandro Almeida.
Patrimonio de la humanidad
El chamamé se hace sentir en la tierra litoraleña y si bien ha evolucionado con la electrónica y los sintetizadores, la esencia pura del chamamé no se ha perdido por la vivacidad de sus acordes y la espontaneidad de la creación de los nuevos valores.
El 16 de diciembre de 2020 dejó de ser expresión regional para convertirse en Patrimonio Histórico de la Humanidad, declarado por la UNESCO “por su trascendental aporte a la cultura en todo el continente”.